04 de Junio de 2020
[Por: José Neivaldo de Souza | Texto en español y português]
¡Se necesita corage para ser bueno! Es muy fácil dañar a las personas y moldear las cosas según los intereses del ego sin tener en cuenta la dimensión social del mal. Es difícil recorrer los caminos de la bondad. Rubem Alves diría: “Las alas del alma se llaman coraje. El valor no es la ausencia de miedo. Es lanzarse, a pesar del miedo”.
A las tres de la mañana, una mujer llama a la puerta y pide ayuda. Ella huye de su marido furioso y violento. un hermano le da la bienvenida, sin saber quién es y qué pasó. Entonces el esposo llega con una pistola en la mano buscando el lugar donde se escondió, quiere matarla y nadie sabe los motivos. Ante una reacción, mi amiga responde que ella no está allí. El hombre se va ... En un gesto de solidaridad, revela que la verdad de los hechos no es mayor que la vida. Él cambió el curso de esa historia sin saber lo que había sucedido.
Esta historia es similar a otra narrada por el evangelista Juan (8, 1-11): una banda de religiosos y moralistas está a punto de apedrear a una mujer. Por ley, siguiendo la certeza de los hechos y una interpretación conservadora, se le permitió morir lapidada. Jesús le da la bienvenida y enfrenta a sus perseguidores invirtiendo la lógica. Quizás interpretó las Escrituras desde la perspectiva de la compasión: "si hubieras sabido lo que significan estas palabras: 'Quiero misericordia y no ofrendas quemadas', no hubieras condenado a los que no tienen la culpa" (Mt 12.7). O quién sabe, es posible que haya corregido la comprensión errónea de quienes intentaron adaptar la Ley sagrada a sus propios intereses, ya que en Levítico (Lev. 20,10) quienes se acuestan con la adúltera no pueden cerrar los ojos ante las consecuencias nocivas del acto. Escribiendo en la arena, el Maestro revela la cara social del adulterio y libera a esa persona de la expiación: "el que no tiene pecado, eche la primera piedra" (Jn 8: 7).
En Brasil, desafortunadamente, cada dos horas una mujer es asesinada. El sexismo y los prejuicios tradicionales son una gran amenaza para nuestra sociedad, ya que tienden a delegar un papel de subordinación a las mujeres. La amabilidad es un gesto de amor, no es justiciero ni legalista. Pablo instruyó a los romanos a dar la bienvenida a todos, con amabilidad, incluso a aquellos que, impulsados por sus convicciones, piensan que son buenos ciudadanos: "acogen a los débiles en la fe, con amabilidad, sin discutir sus opiniones" (Rom 14: 1). "Hay bondad que se encuentra en el infierno", bromeó Charles Bukowski, pero la bondad esencial para la vida surge de una verdad que libera. Confucio dijo: "saber lo que es bueno y no hacerlo es una falta de coraje". ¡Se necesita valor para ser bueno!
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A Bondade que liberta
Para ser bom é preciso coragem! É demasiado fácil fazer mal às pessoas e conformar as coisas segundo os interesses do ego sem considerar a dimensão social do mal. Difícil é percorrer as sendas da bondade. Rubem Alves diria: “As asas da alma se chamam coragem. Coragem não é a ausência de medo. É lançar-se, a despeito do medo”.
Três horas da manhã, uma mulher bate à porta, pede ajuda. Foge do esposo furioso e violento. um irmão a acolhe, sem saber quem é e o que aconteceu. Em seguida chega o marido com uma arma em punho procurando o lugar onde ela se escondera, quer matá-la e ninguém sabe as razões. Sob uma reação, meu amigo responde que ela não está ali. O homem se vai... Num gesto de solidariedade, ele revela que a veracidade dos fatos não é maior que a vida. Ele mudou o rumo daquela história sem saber o que havia acontecido.
Esta história se parece com outra narrada pelo evangelista João (8, 1-11): um bando de homens religiosos e moralistas estão prestes a apedrejar uma mulher. Pela lei, seguindo a certeza dos fatos e uma interpretação conservadora, se permitia que fosse apedrejada até a morte. Jesus a acolhe e enfrenta os seus perseguidores invertendo a lógica. Talvez ele tenha interpretado a Escritura sob a ótica da compaixão: “se vós soubésseis o que significam estas palavras: ‘misericórdia quero, e não holocaustos’, não teríeis condenado os que não tem culpa” (Mt 12,7). Ou quem sabe, tenha corrigido o entendimento errôneo daqueles que procuravam encaixar a Lei sagrada aos próprios interesses, já que em Levítico (Lv 20,10) quem se deitou com a adultera não pode fechar os olhos às consequências nefastas do ato. Escrevendo na areia o Mestre revela a face social do adultério e liberta aquela pessoa da expiação: “quem não tem pecado atire a primeira pedra” (Jo 8,7).
No Brasil, infelizmente, a cada duas horas uma mulher é assassinada. O machismo e o preconceito tradicionais constituem uma grande ameaça à nossa sociedade, pois tendem a delegar à mulher um papel de subserviência. A bondade é um gesto do amor, não é farisaica ou legalista. Paulo orientou aos romanos para acolherem a todos, com bondade, até mesmo os que, levados por suas convicções, se acham bons cidadãos: “acolhei o fraco na fé, com bondade, sem discutir as suas opiniões” (Rm 14, 1). “Há bondade que se acha no inferno”, ironizava Charles Bukowski, mas a bondade essencial à vida surge de uma verdade que liberta. Confúcio dizia: "saber o que é o bem e não praticá-lo, é falta de coragem". Para ser bom é preciso coragem!
Imagem: https://www.elmundodemanana.org/de-mujer-a-mujer/practicando-la-bondad
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