El día 9 de septiembre, dos mingueras compartieron el testimonio de 2 jóvenes asesinados. Esteban del Cauca, Colombia y Valeria de México. Esteban, líder estudiantil. Gustaba con pasión del calor de las movilizaciones en la defensa de los derechos humanos. En 2018 en medio de las manifestaciones obreras y estudiantiles, el escuadrón de la muerte le mutila el ojo izquierdo. Desde ahí se convierte en un símbolo de resistencia y defensa de la educación pública. El pasado 23 de agosto Esteban es asesinado por sicarios a una cuadra de su casa. ¿Qué podemos hacer para reivindicar la vida de nuestro compañero? Seguir resistiendo, atrevernos a levantar la voz, manteniendo viva la memoria por medio del arte y la vida. Gritar Basta y que no aceptamos la muerte; para que defender la vida no nos cueste la vida. Valeria, joven madre. Fue asesinada en abril de 2018 por su pareja sentimental de ese momento. Pasado ya tres años, no se ha dado sentencia al culpable. Ante esto, toda la ciudadanía mantiene en pie su exigencia de justicia para Valeria. Las marchas no se detienen hasta que nunca más sea una menos. Por Esteban, por Valeria, por todas, por todos: ¡¡¡Justicia!!!
2. La minga: Sabedores-aprendedores en diálogo
Ante las violencias, colorear
La memoria está en el cuerpo. En el cuerpo de las abuelxs, madres, padres, hijxs y nietos. Está entre las generaciones y los territorios, entre la escritura y la vida.
El día jueves 9 de septiembre de 2021 lxs minguerxs de Bendita Mezcla colorearon las cuadrículas del zoom con rojo. Un rojo para no olvidar. Un rojo que permite narrar, nombrar y remembrar a las víctimas, a lxs vencidos, pero también a los que resisten con digna rabia.
Dicen por ahí, que en tiempos antiguos el rojo era el color del poder y la autoridad, utilizado por emperadores romanos, señores feudales y los Papas. Con el devenir de los siglos el color “cambió” de lado, y se convirtió en el color de los revolucionarios; desde ser el símbolo de movimiento de trabajadores hacia el 1830, hasta que pañuelos de ese color colgaban en las ventanas de miles de colombianos; bandera del hambre que despertaba la solidaridad entre vecinos, hasta transformarse en el emblema de los que resisten en medio de las movilizaciones sociales contra el régimen de ese hermano país.
El rojo, color de la memoria, la sangre y los vínculos fue el tono con el que comenzó la Minga que el día del hoy les queremos contar.
Nuestras vidas en una historia
Como Escuelita uno de los ejercicios que más gustamos realizar es el narrar. Por ello, les pedimos a los sabedores invitados en la primera Minga: Carlos Mendoza, Raúl Zibechi y Carlos Sanaguano que se presentaran desde alguna experiencia de violencia que les haya conmovido, movido y resituado:
«Me ha dolido el comprobar que yo también, sin haber hecho una violencia física, he utilizado mi privilegio como varón blanco» (R. Zibechi).
«Estaba yo en Chiapas con comunidades zeltales […] reemprendí camino de reformulación de mi conciencia como persona, como latinoamericano» (Carlos Mendoza).
«Esa violencia que impide pensar por sí mismo, crear, imaginar, expresarnos desde el mundo interior…es la tremenda violencia…los encuentros me han permitido ir coloreando para que estas violencias vayan disminuyendo» (C. Sanaguano).
Unos micro-relatos que le dieron el tono, la profundidad y la confianza para empezar a poner en común -como en todo buena Minga- los saberes, las palpitaciones intelectuales, los colores vivos y los soplos del viento divino.
Dos tonalidades para hablar de las violencias.
Sabemos que la violencia tiene larga data. Muchos teóricos sostienen que esta es consustancial al ser humano, que está inscrita en sus huesos y se ha llegado al debate de que si esta se aprende o viene como “paquete incluido” desde el despertar al mundo.
Ambos sabedores -Raúl y Carlos- nos compartieron sus intuiciones sobre la génesis de la violencias, el papel de las resistencias y las narrativas de justicia y dignidad que hacen posible que el mundo no se hunda del todo.
Nuestro Sabedor Raúl Zibechi, desde el Uruguay nos compartió la tremenda tensión que implica pensar las violencias desde los territorios. Con mucha agudeza precisó que el lente para intentar comprender este fenómeno se sitúa en la existencia de grupos para-militares que están desestabilizando-amenazando las formas democráticas conocidas. Amigo de esta forma de crimen, está el sistema como monstruo que avanza vorazmente despojándonos de todo lo que tenemos para una vida digna, libre y sostenible. Para finalmente, poner a palpitar el corazón ahí donde están los fueguitos de esperanza: los territorios con sus formas autónomas de organización y resistencia.
Luego de este remezón, Carlos Mendoza desde Boston, comenzó recordando a todas las personas que le enseñaron la importancia de la indignación. Fundamentalmente nos movilizó desde la interseccionalidad de las violencias, pero también de las resistencias; en cuyo fondo se pueden observar movimientos antisistémicos, decoloniales, cuerpas y territorios capaces de preñar mundos nuevos. Igualmente nos clavó la pregunta: «¿cómo es que estamos siendo nosotros parte de esas violencias? porque la violencia no es solo estructural, sino que de algún modo hemos internalizado procesos miméticos de exclusión de los otrxs».
Para terminar su intervención, nos instó que ante la abominación de los humano -que es lo que la violencia nos muestra- hay historias desde donde nos podemos repensar con dignidad y que desde la teología urge pensar los acuerpamientos antisistémicos y asumir la potencia de las víctimas que anticipan el Reino.
Con-jugando las intuiciones
Luego de lo escuchado, tuvo lugar el ida y vuelta, el rebote de la pelota. En este espacio se hicieron algunas preguntas para los sabedores como: el uso de las violencias en las resistencias y la relación de ídolo-sacrificio. De ellas, la clave se puso sobre el uso que las vanguardias hacen del pueblo: ¿las guerras las hacen las vanguardias o los pueblos? (R. Zibechi); y la resistencias activas -no violentas- que hacen algunos movimientos como: el movimiento por la paz con justicia y dignidad; los movimientos feministas que denuncian el patriarcado con la intervención de monumentos y cambio de la narrativa mediática; los grupos comunitarios de autodefensa que resisten al narcotráfico para que no invadan sus comunidades.
De igual modo se planteó como pregunta la conexión-descononexión entre las urbes y las zonas de sacrificio, y una compañera cubana nos recordó la historia de resistencia y luchas de nuestros pueblos, rescatando aquellas que no son visibles, como las violencias virtuales, para terminar, afirmando que las personas que hacen la resistencia también sienten miedo, pero que eso no les impide ser fuertes.
Imágenes que hablan
Más cerca del cierre de la Minga, nuestro sabedor Pablo Sanaguano, artista comunitario ecuatoriano nos compartió las creaciones que realizó durante todo el encuentro. Nos iluminó por medio de sus dibujos que expresaban las ideas fuerza que Raúl y Carlos compartieron: un sistema que expulsa a los débiles, el despojo de cuerpos-territorios, el juntarnos para recrear el tejido social comunitario desde las raíces de la resistencia y la esperanza, hacer que las violencias retrocedan, frente a las violencias el grito alegre.
Pablo, resaltó que más que un artista él intenta cultivar una actitud de artista, con humor, y con una intranquilidad permanente, y que todo lo aprendió en el encuentro con los barrios. Nos instó a ver otras formas de resistencia a través de las artes en plural.
Para mas minga, les dejamos el diálogo de lxs escuelerxs con los sabedores en: https://youtu.be/0tA9lkOfyJA
3. Trueque de saberes
Así como les contamos la Minga, queremos contarles nuestro primer trueque narrativo.
Truequiamos el 16 de septiembre. Todos los caminos de este segundo año, pusimos el foco en las narrativas frente a las violencias, teniendo en el oído lo todo lo escuchado en la primera Minga. Nuestro Trueque partió precisamente haciendo memoria de las artes de Pablo Sanaguano, y recogiendo algunas frases de Raúl y Carlos. Como siempre cantamos el encuentro y saboreamos la mística.
Antes de los trabajos por caminos de profundización, nos detuvimos a comprender y gustar de la mística del Trueque, cómo la Escuelita lo entiende y quiere vivir: El trueque lo entendemos no sólo como un intercambio; sino como buscar o mirar entre 2, con una mirada horizontal, valorando lo que el otro posee, en forma recíproca. Desde tiempos muy remotos se dio este intercambio (de productos, pero principalmente de saberes) como modelo de subsistencia. Principalmente se hacía entre amigos, comunidades y territorios. Como Escuelita entendemos el trueque cómo poner en común lo que nos alimenta, buscar juntos respuestas, contar-nos cómo están nuestros territorios, preguntar a lxs mayores y gestar juntxs experiencias liberadoras.
Luego de esto, dimos el tiempo al Mapa de trabajo que nos convoca: aprender a preguntar -lo que se suele conocer como planteamiento del problema-. Aquí se explicó la importancia de este paso en la elaboración del Proyecto Narrativo que cada unx quiere elaborar y se nos dijo, o más bien se nos advirtió que vendría una tormenta de preguntas.
Los 5 caminos, trabajaron por más de una hora en sus proyectos. Iniciaron rescatando ideas fuerzas de la lectura complementaria para este momento y en el Mapa 1 de lleno. Allí, cada minguerx fue presentando su tema, y sus pares le hacían caer una cálida, pero fuerte lluvia de preguntas con la intención de ayudarse mutuamente para dar con el problema principal expresado en preguntas.
Al regreso y ya para el cierre, cada minguero compartió alguna pregunta que recogió en la tormenta. Estas preguntas viajaron por distintas partes del cuerpo: la cabeza para pensarlas, el corazón para sentirlas, los pies para ponerlas en marcha, las manos para co-crear con otrxs.
Equipo de coordinación
Escuelita Bendita Mezcla
-Por los cinco caminos del año 2-
Pd. La imagen que acompaña esta presentación es de Pablo Sanaguano, artista Ecuatoriano, uno de los sabedores que nos acompañó en la minga.
Pd2. Adjuntamos en pdf, un material de narrativas frente a las violencias que puso a disposición el teólogo Carlos Mendoza, otro de los sabedores de la minga. Material de la IBERO de México.
Pd3. Finalmente acompañamos esta presentación con el canto ‘La pucha con el hombre’, un canto para pensar la antropología profunda.
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