21 de Abril de 2016
[Por: J. I. González Fauss]
“Los países más avanzados de la tierra, llevaron a Cuba ante el Anciano de días, diciendo: ‘Señor Todopoderoso, hemos encontrado a este país en flagrante delito de violación de los derechos humanos. Tus profetas en la tierra enseñan que la mejor manera de cumplir la voluntad de Dios es respetar los derechos humanos; y que el que ofende a Dios merece un infierno. ¿Qué debemos hacer?’.
El Anciano de días seguía mirando hacia el infinito sin decir nada. Los acusadores se impacientaron: ‘parece que ni se ha enterado, es que ya chochea; mejor sería prescindir de Él’… Pero insistieron educadamente: ‘¿qué hacemos Señor?’. Entonces el Anciano de días se volvió hacia ellos y, con una sonrisa desarmada y desarmante, les dijo: ‘el que de vosotros respete los derechos humanos, que le tire la primera piedra’ (…)”.
Descargue el artículo.
[Por: J. I. González Fauss]
“Los países más avanzados de la tierra, llevaron a Cuba ante el Anciano de días, diciendo: ‘Señor Todopoderoso, hemos encontrado a este país en flagrante delito de violación de los derechos humanos. Tus profetas en la tierra enseñan que la mejor manera de cumplir la voluntad de Dios es respetar los derechos humanos; y que el que ofende a Dios merece un infierno. ¿Qué debemos hacer?’.
El Anciano de días seguía mirando hacia el infinito sin decir nada. Los acusadores se impacientaron: ‘parece que ni se ha enterado, es que ya chochea; mejor sería prescindir de Él’… Pero insistieron educadamente: ‘¿qué hacemos Señor?’. Entonces el Anciano de días se volvió hacia ellos y, con una sonrisa desarmada y desarmante, les dijo: ‘el que de vosotros respete los derechos humanos, que le tire la primera piedra’ (…)”.
Descargue el artículo.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.