13 de Agosto de 2015
(Religión Digital - Redacción) Francisco no quiere que los divorciados vueltos a casar sean "irregulares". Progresistas quieren agilizar los procesos de nulidad matrimonial, analizar caso por caso o recorrer un camino penitencial. 425.764 firmas en contra de la admisión de los divorciados vueltos a casar en la Eucaristía demuestran que en la Iglesia todavía muchos fieles son demasiado conservadores. Pero el Papa Francisco, que es el garante de la Doctrina Católica, no está incitando al adulterio ni mucho menos: sólo "cura a los heridos de nuestro tiempo" sin escándalos, tras la separación de la pareja. Lo cuenta Elisabetta Piqué en La Nación:
(Religión Digital - Redacción) Francisco no quiere que los divorciados vueltos a casar sean "irregulares". Progresistas quieren agilizar los procesos de nulidad matrimonial, analizar caso por caso o recorrer un camino penitencial. 425.764 firmas en contra de la admisión de los divorciados vueltos a casar en la Eucaristía demuestran que en la Iglesia todavía muchos fieles son demasiado conservadores. Pero el Papa Francisco, que es el garante de la Doctrina Católica, no está incitando al adulterio ni mucho menos: sólo "cura a los heridos de nuestro tiempo" sin escándalos, tras la separación de la pareja. Lo cuenta Elisabetta Piqué en La Nación:
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