16 de Mayo de 2014
(Francisco Bosch)Las travesuras de los dioses son infinitas: el mismo día que conmemoramos 40 años del asesinato del padre Carlos Múgica (creyente y militante por la vida en las villas de argentina), se cumple un año de que la justicia Guatemalteca diera en fallo histórico el nombre de genocida a Ríos Mont.
La dialéctica surge con naturalidad: hay mártires porque hay personas y sistemas dispuestos a matar. En tiempos de dictadores, imperios descarados y represión abierta, es más fácil identificar a la bestia; pero en tiempos de mutaciones, disfraces, buitres camaleónicos y la desinformación de masas, resulta más difícil tener la mirada escatológica del carpintero de Galilea: aunque crecen juntos, la cizaña y el trigo serán separados.
(Francisco Bosch)Las travesuras de los dioses son infinitas: el mismo día que conmemoramos 40 años del asesinato del padre Carlos Múgica (creyente y militante por la vida en las villas de argentina), se cumple un año de que la justicia Guatemalteca diera en fallo histórico el nombre de genocida a Ríos Mont.
La dialéctica surge con naturalidad: hay mártires porque hay personas y sistemas dispuestos a matar. En tiempos de dictadores, imperios descarados y represión abierta, es más fácil identificar a la bestia; pero en tiempos de mutaciones, disfraces, buitres camaleónicos y la desinformación de masas, resulta más difícil tener la mirada escatológica del carpintero de Galilea: aunque crecen juntos, la cizaña y el trigo serán separados.
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