22 de Febrero de 2013
En el exterior, dos largas hileras de puestecillos multicolores. Entre ellas, una hilera de mujeres caminando y comprando provisiones para sus familiares internos. Es día de visita. Hoy toca a las mujeres y niños. Cuando entramos, los reclusos están amontonados a la entrada, esperando a sus familias. Según se encuentran, se distribuyen por los diferentes pabellones. Los perros corretean a sus anchas por el interior del recinto. Entramos en la capellanía. Las sencillas instalaciones ofrecen un microclima diferente de limpieza y orden.
En el exterior, dos largas hileras de puestecillos multicolores. Entre ellas, una hilera de mujeres caminando y comprando provisiones para sus familiares internos. Es día de visita. Hoy toca a las mujeres y niños. Cuando entramos, los reclusos están amontonados a la entrada, esperando a sus familias. Según se encuentran, se distribuyen por los diferentes pabellones. Los perros corretean a sus anchas por el interior del recinto. Entramos en la capellanía. Las sencillas instalaciones ofrecen un microclima diferente de limpieza y orden.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.