05 de Abril de 2025
[Por: Leonardo Boff]
Las Escrituras hablan del primer asesinato, el de Caín, que por envidia mató a su hermano Abel. El Señor preguntó a Caín: “¿dónde está tu hermano Abel?”, a lo que él respondió: “no sé, ¿acaso soy el guardián de mi hermano?” Y Dios dijo: “clama desde la tierra la voz de la sangre de tu hermano. En adelante serás maldito por la propia tierra, que se ha abierto para recibir la sangre de tu hermano que tu mano ha derramado” (Génesis 4,9-12).
A lo largo de la historia ha habido toda una genealogía de caínes, que asesinaron, degollaron y exterminaron naciones enteras. Hoy la humanidad está presenciando la acción de un descendiente de Caín, Donald Trump. Pocos definieron mejor el propósito de nuestro Caín que el periodista nacional/internacional brasilero Jamil Chade cuyas palabras tuvieron eco en una retransmisión en directo en Alemania. Afirma Jamil Chade: “Donald Trump lo ha dejado claro: no va a hacer diplomacia. Actuará con la FUERZA, tanto bélica como económica y comercial. Su construcción de un nuevo orden no pasa por la PAZ sino por la CAPITULACIÓN del adversario”.
Efectivamente, Trump ha puesto patas arriba el orden mundial existente “regido por reglas” (que interesaban a los poderosos), pero que de alguna forma mantenía cierto equilibrio/desequilibrio en el planeta, dominado por el capital especulativo en manos de un pequeño grupo de multimillonarios.
En la disputa entre unipolaridad y multipolaridad (Rusia y China) entró de lleno en defensa de la unipolaridad de Estados Unidos: quieren ser los únicos que dominen el mundo. Para mantener el monopolio del poder rompió con aliados, especialmente europeos, salió de casi todos los organismos de la ONU. Tal vez el más perjudicial ha sido el tratado de París de 2015 que preveía un esfuerzo colectivo en la reducción de los gases de efecto invernadero para estabilizar la Tierra en 1,5ºC por encima de la era industrial hasta 2030. Ya hemos sobrepasado 1,5ºC, estamos cerca de 2ºC o más.
Pero lo que mostró su carácter de Caín de la Tierra fue ser el único país que votó en contra del proyecto de la ONU contra el hambre en el mundo. Cortó las ayudas humanitarias, especialmente contra el hambre, como la USAID. En África han muerto muchos niños de hambre. La supresión del vale de comida en Bangladesh ha causado una devastación entre la población pobre. Continúa apoyando el genocidio en Gaza, cosa que hizo también el genocida expresidente católico Joe Biden. Según Alí Jamenei los niños asesinados por los bombardeos israelíes en Gaza y Cisjordania son casi 20 mil. Es un crimen contra la humanidad que clama al cielo. Trump sigue apoyando el genocidio.
Además de imponer fuertes aranceles a las importaciones de todos los países, amigos o “enemigos”, internamente cerró a partir del 3 de abril el Departamento de Educación, donde se forma el espíritu creativo y crítico, recortó los fondos para la sanidad, para la investigacuón científica y para los subsidios a las universidades. Sus decretos pasan por encima de las leyes y de la propia Constitución, lo que ha provocado ya varios procesos judiciales.
Lo que está haciendo con los emigrantes indocumentados, deportados por miles, con violencia, encadenados, a sus países de origen, o lo que es peor a la prisión de Guantánamo, famosa por sus malos tratos y torturas, o a las prisiones en El Salvador del presidente tirano Nayib Bukele, notorio violador de los derechos humanos, con torturas y asesinatos en las prisiones, no tiene nombre.
La paz es impuesta por la fuerza lo que significa una pacificación violenta. La diplomacia y el eventual diálogo son solo una estratagema para imponer su voluntad. Como él mismo dijo, según el país hace el diálogo con el revolver sobre la mesa. Con los débiles habla alto y a gritos, con los fuertes bajo y moderado. Las únicas potencias que respeta, por limitar sus propósitos hegemónicos, son China y Rusia.
“Hacer a América grande otra vez” (MAGA) o “América en primer lugar” (entendido como “solo América”) jamás podrá alcanzarse con los métodos perversos, violentos y humillantes que está usando, métodos asumidos por toda su administración. Sospecho que hará a China grande otra vez. ¿Desde cuándo la historia ha mostrado que los métodos violentos crean una paz duradera? Sólo métodos pacíficos generan paz. La paz es fin y al mismo tiempo medio.
No es improbable que para derrotar a China, que ya ha superado en muchos aspectos a Estados Unidos, utilice armas nucleares. El hambre de poder es insaciable y, en el fondo, cuando la potencia se siente a punto de ser superada, inicia una guerra suicida, lo que significaría un desastre incalculable para la biosfera y para la supervivencia de la especie humana. Ahí se consumiría el carácter de Caín de Trump, un ángel malo de la muerte, y de los que le aconsejan. Así se cumplirían las palabras de la Escritura: “Clama desde la tierra la voz de la SANGRE de tus hermanos. En adelante serás MALDITO por la propia tierra, que recibió la sangre de tus hermanos derramada por tu mano, Caín (Génesis 4,9-12).
Que el Señor de los tiempos y de la historia nos libre de semejante desgracia, cometida por un Caín moderno, enemigo de la vida.
Leonardo Boff escribió con Jürgen Moltmann, ¿Hay esperanza para la creación amenazada? Vozes 2014; Hombre: satán o ángel bueno, Record, Rio de Janeiro 2008.
* Traducción de MªJosé Gavito Milano.
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