Siete consejos para el momento actual

01 de Febrero de 2025

[Por: Francisco Javier Burgos]




En Estados Unidos, el segundo mes del año es un momento especial para que interactuemos y aprendamos mientras celebramos el mes de la Historia Afroamericana, especialmente durante una época en la que las actividades y esfuerzos hacia la diversidad, la equidad, la inclusión y la justicia se ven amenazadas sin escrúpulos por mecanismos y retrocesos políticos. Esto no es ajeno a otras regiones del mundo. Para algunas personas que me leen, esto puede no parecer un mensaje inspirador de parte del líder de un pequeño centro de retiro cuáquero, pero lo cierto es que mientras discierno y leo las “señales de nuestro tiempo”, quiero ofrecer algunos consejos, y esto como una invitación a seguir bailando con el Espíritu, a pesar de las turbulencias del momento presente. Aquí están mis consejos como compañero de camino que busca y trabaja por la construcción del Reino:

 

Abracemos y vivamos nuestras contradicciones. Sabemos que nuestras vidas no son perfectas, pero esto no debería impedirnos buscar el bien y aspirar a la plenitud de la vida en dignidad. La forma en que vivimos nuestras contradicciones personales y sociales puede ser muy transformadora, pero esto requiere que seamos conscientes de ellas y las entendamos desde nuestro corazón mientras escuchamos, discernimos y actuamos en respuesta a la voz interior que Dios anima en nosotros y que nos invita a ser mejores cada día.

 

Practiquemos la misericordia con nosotros mismos y con los demás sin comprometer los desafíos y las bendiciones de la plenitud del amor. Es importante que recordemos que valores como la empatía, la solidaridad, la compasión y el compañerismo no son un pecado como ahora nos dicen ciertas corrientes mal llamadas cristianas, sino que son las mejores expresiones del amor y sacramento de lo que la humanidad puede llegar a ser. Estos valores son verdaderas prácticas espirituales que podemos cultivar en nuestras vidas. Son un camino para encontrar lo más genuino y noble que hay en nosotros.

 

En tiempos de crisis, confiar y apoyarnos mutuamente es esencial y es un llamado rotundo a invertir y confiar en la comunidad. El apoyo que nos damos unas a otras a pesar de nuestras limitaciones, falta de comprensión y fragilidades es necesario para que podamos avanzar en nuestra aspiración común de crear un mundo mejor y posible. Todos los días tenemos la oportunidad de invertir y confiar en la comunidad mientras enfrentamos nuestra rutina diaria. Cada pequeño paso que demos para construir una comunidad es un terreno fértil para las semillas de compañerismo, justicia y solidaridad/sororidad.

 

Prestar atención a nuestras propias necesidades. Ser conscientes de nuestras necesidades físicas y psicológicas y responder a ellas es también una práctica espiritual y no debemos abandonarla. Cuidarnos a nosotros mismos, expresar nuestras vulnerabilidades, buscar apoyo, crear espacios para descansar y darnos un respiro para revitalizarnos es muy necesario para que podamos re-imaginar el camino a seguir a medida que vivimos nuestra fidelidad y seguimiento de Jesús como la mejor manera de vivir con integridad.

 

Un aspecto importante para que podamos darle sentido al momento actual es crear espacio cada día para recuperar nuestro sentido de pertenencia y relación con la naturaleza. Abordar los grandes problemas asociados con el cambio climático depende de las acciones colectivas que nutren y reflejan nuestro sentido de pertenencia y respeto por la naturaleza. Debemos educarnos sobre cómo actuar como ciudadanos y ciudadanas globales que comparten un planeta hermoso y generoso, y participar en el servicio y la acción destinados a proteger la naturaleza como una manifestación divina y única.

 

Del mismo modo, debemos participar en experiencias de aprendizaje que amplíen nuestra comprensión sincera del amor, la esperanza y la justicia. Nuestra experiencia comunitaria es un lugar muy especial para que aprendamos y practiquemos el amor y la justicia, y para recrear la esperanza, especialmente en los momentos en que nuestra integridad personal puede verse violentamente comprometida y sobre todo cuando nuestro tejido social está al borde del totalitarismo, de la supremacía blanca y la perpetuación de la concentración del poder en manos de unos pocos.

 

Hagamos una pequeña acción cada día hacia la transformación que buscamos en nosotros y en el mundo. Tomarnos un tiempo para la autorreflexión, la contemplación y la adoración es una parte integral de este proceso de transformación. Estas acciones nos orientan en la manera de presentarnos en el mundo cuando practicamos la misericordia, la compasión y la solidaridad. Este ejercicio diario es la práctica espiritual básica y más genuina que nos acerca a lo Divino.

 

Hermanas y hermanos, al enfrentar este momento presente y al recibir mis humildes consejos, los invito a tener en sus corazones a las comunidades que han sido marginadas y afectadas por las injusticias de nuestra estructura de poder y orden social.  Estemos abiertos y guiados en nuestro camino por la sabiduría de esas comunidades, por su liberación y legado transformador, y por el Espíritu que nos sostiene a todos y todas mientras vivimos nuestro testimonio en este momento desafiante.

 

*Traducción del inglés por José Moreira.

 

Imagen: https://unamglobal.unam.mx/global_revista/latinos-en-estados-unidos-su-produccion-equivale-a-la-septima-economia-del-mundo/ 

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