18 de Noviembre de 2024
[Por: Jaime Esponda]
Al leer los laudatorios mensajes oficiales de la Santa Sede referidos al fallecimiento de fray Gustavo Gutiérrez op., ratificados por el Papa Francisco, quien lo calificó como “un grande, un hombre de Iglesia (…) que supo llevar adelante tanto fruto apostólico y tanta teología rica”, o la declaración del episcopado peruano, que se mostró “agradecido por su valioso legado teológico, humano y pastoral”, cualquier neófito pensó, con seguridad, que tales elogios eran la culminación de una ascendente trayectoria de reconocimiento jerárquico. Pero, en verdad, lo que esas alabanzas manifiestan es el cambio experimentado por la Iglesia, tras una historia en que la obra teológica de Gutiérrez fue objeto de reprobación y exclusión por el Vaticano y por parte de ese mismo episcopado…
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