21 de Octubre de 2024
[Amerindia Continental]
“Venceremos el mal a fuerza del bien” (Rm 12,21)
Amerindia Continental quiere manifestar su preocupación por la situación grave y profundamente agresiva que están viviendo los defensores y defensoras de los derechos humanos en América Latina y en especial los agentes eclesiales que están en el territorio jugándose la vida de manera sinodal con las comunidades más empobrecidas y violentadas.
Si bien y lamentablemente esta situación no es nueva, es cierto que se ha acrecentado en los últimos días con dos asesinatos que nos han impactado y estremecido de manera profunda.
El primero se trata del líder comunitario ambientalista Juan Antonio López, coordinador de la Pastoral Social de la Diócesis de Trujillo y miembro fundador de la Pastoral de Ecología Integral a nivel nacional que el 14 de septiembre fue asesinado saliendo de celebrar la Palabra en un barrio de Tocoa, Colón, Honduras. Defensor de la casa común, creyente y profeta latinoamericano que días antes había denunciado la vinculación del alcalde con redes criminales. El mismo comentó en una entrevista “no soy ambientalista por ideología, sino porque pertenezco a Cristo y a su Iglesia”.
El segundo es el P. Marcelo Pérez Pérez, sacerdote indígena tsotsil, que saliendo de Misa fue asesinado en su coche, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Defensor de los derechos humanos y promotor de la Paz en las comunidades indígenas de Chiapas. En los últimos tiempos se había comprometido con las comunidades indígenas más afectadas por la violencia de los paramilitares y del crimen organizado. Denunció en varias ocasiones, la extracción ilegal del ámbar, la trata de personas, el tráfico de armas y la explotación de los recursos naturales. Él decía “lo que busco es la paz para el pueblo. Y la paz es más grande que la muerte, que las amenazas y que mi vida”.
Por ello queremos expresar, por un lado, nuestra más fuerte condena por estos asesinatos y exigir justicia y el cumplimiento de la ley en ambos casos. No pueden ser minimizados de ningún modo. Deben ser investigados los casos a profundidad y esclarecidos, castigando a los culpables. Sabiendo que los sicarios nunca están solos, son enviados por otros que buscan mantener sus intereses. Todos a la vez son parte de una maquinaria global de capitales transnacionales que asesinan a los defensores y defensoras del Territorio y de los derechos humanos con tal de seguir sus lógicas criminales extractivistas. Exigimos justicia YA.
Y por otro lado queremos decir que el testimonio, hasta la muerte, de Juan y Marcelo nos invita a mantener la lucha, la esperanza y la resistencia en la búsqueda de justicia y dignidad en América Latina y el Caribe, estando ciertos que sus martirios iluminan el proceso de liberación de nuestros pueblos. Y nos señalan el camino de cómo caminar sinodalmente en estos momentos de profundos cambios y reformas eclesiales.
Ambos indígenas, nos vuelven a enseñar, como todos los pueblos originarios desde hace milenios, a vivir la fe de manera coherente y total construyendo “caminatas” donde todos juntos busquemos el Reinado de Dios en nuestras bellas tierras del continente.
Hasta que la justicia, la paz y la compasión con ternura se vuelvan una misma realidad, unimos nuestras esperanzas, esfuerzos y rabias con todos y todas aquellos/as que buscan un planeta sano y respetado y una humanidad digna y en paz, deseos profundos del Dios de la Vida.
21 de octubre del 2024
Equipo coordinador de Amerindia
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