Sigue la vida, urgente y transitoria (II)

12 de Octubre de 2024

[Por: Rosa Ramos]




“Tú no puedes volver atrás…

Tu destino está en los demás

tu futuro es tu propia vida

tu dignidad es la de todos...”

Agustín Goytisolo (Palabras para Julia)

 

No encontré mejor título para este artículo, y en realidad es la continuación del anterior. Quizá podría agregar: sigue la vida urgente y transitoria, con su belleza inefable y sus dolores insondables.

 

Tomé como referencia ese poema que siempre me impactó de Goytisolo dedicado a su hija, que quizá muchos conozcan musicalizado por Paco Ibáñez, por Níquel u otros. La primera estrofa es muy conocida, sólo coloqué su primer verso, porque quiero destacar hoy la estrofa que no suele estar en las versiones cantadas.

 

Esos versos nos dicen algo muy fuerte: “tu destino -yo traduciría por tu norte- está en los demás”, hablan de futuro y de dignidad compartida: “tu dignidad es la de todos”, de comunión, podemos decir en términos cristianos. O de sinodalidad, a la que hoy nos hace un fuerte llamado la realidad y la Iglesia animada por Francisco.

 

La vida, urgente y transitoria, apela desde la realidad de dolor, temor, soledad, fracasos, lucha ardua por la vida. Basta mirar alrededor, tantos ancianos solos, sin estímulos y otros sufriendo por sus hijos distantes o en problemas graves; tantos enfermos al borde de sus fuerzas, necesitados de compañía y aliento, tantos hermanos nuestros sin esperanza, sobreviviendo. Tantos crímenes incomprensibles, en un pasado que no podemos olvidar y en un presente que nos avergüenza. Muy cerca nuestro, en el barrio, en nuestra misma ciudad, en nuestros celulares tantos mensajes pidiéndonos oraciones o contándonos de cuitas propias o de terceros. Y si leemos titulares o si miramos las noticias…

 

Nos llama la vida en forma urgente en el clamor de la casa común, ya nos dicen los estudiosos del tema que es tarde para revertir el daño, pero sí podríamos impedir la destrucción total de la vida en el planeta. Eso supondría deponer intereses particulares y cambiar el rumbo…


Pero también la vida nos vuelve a llamar desde la primavera que deja atrás el invierno para sorprender con brotes y colores, con pájaros y perfumes. Desde embarazos esperados largamente, de niños que son también la primavera de la historia, signos de esperanza en la nueva creación. Así también desde la familia y los amigos “ese permanente asalto a la belleza”- que fielmente sostienen y alientan prometiendo futuro, como Goytisolo a su hija Julia: “la vida es bella, ya verás…”

 

La vida urgente y transitoria también nos llama desde los que no pierden la capacidad de soñar y animar a otros, estoy pensando en el testimonio y aliento del Papa Francisco. Él con su edad avanzada y sus problemas de salud, viaja, se mueve y no ceja en el intento de unir pueblos, de trascender religiones, de aggiornar a la Iglesia “semper reformanda” y de convocar con diversas iniciativas, como el Sínodo de la Sinodalidad que se está realizando ahora en Roma. Pero también anima y orienta a través de sus homilías, discursos y documentos.

 

Precisamente, el viernes 20 de setiembre Francisco habló durante casi una hora, 48 minutos, con un mensaje muy claro y muy valiente a los líderes de los Movimientos Sociales; los reunió conmemorando los diez años del primer encuentro, esta vez bajo el lema “Plantando bandera frente a la deshumanización”. Este largo mensaje ha circulado mucho por escrito y en video, vale verlo o leerlo entero, solamente copio aquí un fragmento a modo de perla:

 

“Nuestro camino sigue soñando y trabajando juntos para que todos los trabajadores tengan derechos, todas las familias techo, todos los campesinos tierra, todos los niños educación, todos los jóvenes futuro, todos los ancianos una buena jubilación, todas las mujeres igualdad de derechos, todos los pueblos soberanía, todos los indígenas territorio, todos los migrantes acogida, todas las etnias respeto, todos los credos libertad, todas las regiones paz, todos los ecosistemas protección. Es un camino permanente, habrá avances y retrocesos, habrá errores y aciertos, pero no tengan duda: es el camino correcto… No nos cansemos de decir: ¡Ninguna persona sin dignidad! ¡Ninguna persona sin esperanza!

 

La dignidad de todas las personas, sin duda un desafío evangélico que nos convoca y saca de postraciones.

 

Es consolando que nos consolamos, no es con la autoreferencialidad (expresión que suele emplear Francisco para llamarnos la atención a nivel personal o eclesial). Es descentrándonos y ensanchándonos que podemos ver tanto los brotes, colores, sonidos y perfumes de la primavera, como la vida amenazada que clama.

 

A veces se nos hace difícil seguir andando, personalmente o como humanidad atravesada por tantas divisiones que nos hacen perder el norte. Sin embargo, como dice el poeta animando a su hija ante posibles desventuras: “Tú no puedes volver atrás, porque la vida ya te empuja como un aullido interminable”. Sigue la vida urgente y transitoria, con su belleza inefable y sus dolores insondables.

 

Antes nos lo enseña Jesús saliendo de su propio dolor por la muerte de Juan el bautista y compadeciéndose de la multitud (Mt.13,14ss); en el presente el Papa no pierde ocasión de decir con un guiño: “No dejar de soñar, no dejar de tener esperanza”, lo hace desde su silla de ruedas y sus achaques, sin contar los sufrimientos por las incomprensiones y ardides en su contra.

 

Imagen: https://www.vaticannews.va/content/dam/vaticannews/agenzie/images

Procesar Pago
Compartir

debugger
0
0

CONTACTO

©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.