[Por: Ana María Díaz]

Desde el punto de vista fisiológico, la sed es una sensación compleja y multifactorial que desempeña un papel vital en la regulación de la homeostasis corporal, es decir, en mantener el equilibrio interno del cuerpo; el equilibrio dinámico que nos permite sobrevivir. Por otra parte, la vida se sustenta en un balance entre las acciones que debemos realizar en nuestro día a día y la capacidad que tenemos de llevarlas a cabo. Para poder cumplir con estas acciones, nuestro cuerpo necesita energía. Así, el cerebro se encarga de recopilar información y hacer que sintamos hambre e impulsarnos a comer, para conseguir, mediante los alimentos ingeridos, esa energía. De modo que el alimento y el agua nos proporciona el equilibrio y la energía que nos permite vivir…

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