19 de Agosto de 2024
Por: Martina Bertone
Licenciada en Archivología
(Facultad de Información y Comunicación, Universidad de la República)
Introducción
En el año 2023 el Centro de Estudio y Difusión de la Doctrina Social Cristiana (CEDIDOSC) comenzó a planear una serie de acciones dirigidas a conmemorar el centenario del nacimiento de su fundador, el padre Juan José Lasa. Estas acciones tomaron forma objetiva en la consolidación de un proyecto-homenaje denominado “J Infinito”.
Una de las aristas de este proyecto estuvo relacionada a la creación de un museo y centro de documentación donde se conservaran sus enseres, objetos personales, libros y registros. En ese marco, se nos propuso llevar adelante la organización de sus documentos y la conformación de un archivo personal con el objetivo de, por una parte, preservar en condiciones adecuadas el acervo, y por otro, ponerlo a disposición de la investigación.
¿Quién fue el padre Lasa?
Juan José Lasa nació en la ciudad de Montevideo el 24 de marzo de 1924 e ingresó a los diez años al Seminario Salesiano. Desde muy joven ejerció su oficio de educador, comenzando a trabajar como maestro de primaria a los diecisiete años.
Tiempo después, viajó a Santiago de Chile a iniciar sus estudios teológicos, ordenándose como sacerdote salesiano el 27 de noviembre de 1949 en la ciudad argentina de Córdoba.
De vuelta en el Uruguay, continuó desempeñándose como docente en distintos centros educativos del país, dirigió una revista escolar y llegó a fundar una imprenta para su producción.
En 1963 pasó a formar parte del clero diocesano en la diócesis de Mercedes. Promovió la construcción de parroquias, academias de estudio, policlínicas y guarderías en varias ciudades del interior del país, como Carmelo, Nueva Helvecia y Rosario, donde desarrolló sus actividades. En 1979 participó en el curso posterior a la Conferencia de Puebla.
En el año 2000 fue convocado por CELAM para integrarse a la “Comisión de apoyo a la Pastoral Social para la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia”, y a raíz de esto, concibió la creación del CEDIDOSC, que acabó por fundarse el 19 de diciembre de aquel año.
Más tarde fue cofundador de la Red Latinoamericana y Caribeña de Pensamiento Social de la Iglesia y del Capítulo Uruguay del Centro Latinoamericano de Desarrollo, Integración y Cooperación (CELADIC).
Falleció en Montevideo el 1 de abril de 2015 a la edad de noventa y un años. Tras su desaparición física, su documentación fue adquirida por CEDIDOSC, asumiendo esta institución la responsabilidad de su custodia y preservación.
La formación del archivo
Como puede presumirse, una vida como la que acabamos de resumir, poblada de actividades, responsabilidades, encuentros, trabajo intelectual y relaciones humanas, es capaz de generar un enorme acopio de documentos y testimonios de diversa naturaleza.
Ciertamente, entre sus materiales podemos encontrar desde libros hasta radiografías, junto con cartas, casetes de audio y video, facturas, impresos, revistas, postales, invitaciones, apuntes y cuadernos de trabajo, entre muchas otras variedades.
Es natural que un acervo de estas características, acumulado por un individuo a lo largo de su vida, no comporte arreglo ni organización alguna. El reto archivístico consiste, precisamente, en dotar a una acumulación caótica como la que describimos, de un orden y un sentido capaz de reflejar orgánicamente la existencia de quien lo generó.
Con ese objetivo se tomaron una serie de medidas técnicas de carácter archivístico para organizar científicamente el fondo documental. En tal sentido, se procedió, en primer término, a realizar su clasificación. Para esto, se agrupó jerárquicamente la documentación a partir de un criterio establecido, dando como resultado la conformación de los siguientes subfondos documentales:
1. Identificación
2. Gestión financiera y patrimonial
3. Formación personal y sacerdotal
4. Actividad pastoral
5. Actividad no pastoral
6. Relaciones personales
7. Fotografías
8. Material audiovisual
9. Boletín CEDIDOSC
Posteriormente, se identificaron las categorías asimilables a las series documentales correspondientes a cada sección del cuadro, resultando las que siguen:
− Documentación personal (8 unidades documentales)
− Cuidado de la salud (24 unidades documentales)
− Facturas de servicios y otros contratos (12 unidades documentales)
− Documentos diversos y textos de producción ajena (45 unidades documentales)
− Formación sacerdotal (9 unidades documentales)
− Doctrina Social de la Iglesia (26 unidades documentales)
− Escritos propios y material personal (11 unidades documentales)
− Eventos generales (5 unidades documentales)
− Reconocimientos y homenajes (15 unidades documentales)
− Correspondencia (65 unidades documentales)
− Producción intelectual no pastoral (6 unidades documentales)
− Actividad política (31 unidades documentales)
− Esquelas y tarjetas postales (21 unidades documentales)
− Documentación familiar (2 unidades documentales)
− Cartas recibidas (5 unidades documentales)
− Objetos iconográficos (31 unidades documentales)
Como producto de este proceso de clasificación se obtuvo un cuadro de clasificación de series, instrumento archivístico fundamental destinado a la comprensión intelectual general del acervo:
1 IDENTIFICACIÓN
1.1 Documentación personal
1.2 Cuidado de la salud
2 GESTIÓN FINANCIERA Y PATRIMONIAL
2.1 Facturas de servicios y otros contratos
3 FORMACIÓN PERSONAL Y SACERDOTAL
3.1 Documentos diversos y textos de producción ajena
3.2 Formación sacerdotal
4 ACTIVIDAD PASTORAL
4.1 Doctrina Social de la Iglesia
4.2 Escritos propios y material personal
4.3 Eventos generales
4.4 Reconocimientos y homenajes
4.5 Correspondencia
5 ACTIVIDAD NO PASTORAL
5.1 Producción intelectual no pastoral
5.2 Actividad política
6 RELACIONES PERSONALES
6.1 Esquelas y tarjetas postales
6.2 Documentación familiar
6.3 Cartas recibidas
6.4 Objetos iconográficos
7 FOTOGRAFÍAS
8 MATERIAL AUDIOVISUAL
9 BOLETÍN CEDIDOSC
Dentro de cada serie documental, la ordenación de los documentos se fundamentó en un criterio cronológico, en observancia del principio archivístico según el cual se debe respetar el orden original en que la documentación fue producida o recibida. Asimismo, a cada pieza documental se le asignó un número identificador único que garantiza su ubicación.
Por otra parte, a los efectos de hacer posible la recuperación de la información contenida en los documentos, se laboró un inventario. Este instrumento descriptivo señala las características principales de cada pieza y su ubicación física, haciendo posible el control del acervo y la orientación del usuario que lo consulta.
Por último, se tomaron medidas de conservación preventiva para favorecer la preservación del acervo a largo plazo. Con ese afán se sometieron todos los documentos a una limpieza mecánica con extracción de ganchos y eliminación de plásticos, y fueron colocados en guardas de primer nivel de polipropileno y cajas de cartonplast instaladas en estantería metálica.
Conclusión
Lo dicho hasta el momento pretendió ser una presentación sumaria de las tareas realizadas en lo que concierne a la formación del archivo personal del padre Juan José Lasa. Lo que se expuso constituye, como se adelantaba, tan solo una faceta del proyecto “J Infinito” que impulsa CEDIDOSC para celebrar el centenario del homenajeado.
Nuestro trabajo aspiró a ser una contribución, desde nuestra especialidad, a la preservación de su memoria a través de la salvaguarda de sus documentos, que es, al tiempo, un aporte a la propia historia de CEDIDOSC. El plan de trabajo que nos propusimos se vio realizado una vez que el conjunto adquirió estatus archivístico por medio de su organización y descripción, brindando a la institución la posibilidad de saber exactamente qué conserva y dónde ubicarlo. En lo que sigue, la documentación podrá ser consultada por los interesados que la requieran en condiciones adecuadas para su control y el mantenimiento de su integridad.
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