29 de Junio de 2024
[Por: Kajkoj Máximo Ba Tiul]
Invasor, ladrón, haragán y ahora hasta “terrorista”. Así, llaman los “supuestos” dueños a los mayas y campesinos, que reclaman su tierra y territorio. No hay ninguna duda, que estas tierras y territorios pertenecen a ellos. Así lo describieron en la carta pastoral el “Clamor por la Tierra”, los obispos de la Conferencia Episcopal de Guatemala en 1988: “EL CLAMOR POR LA TIERRA es, sin duda alguna, el grito más fuerte, más dramático y más desesperado que se escucha en Guatemala. Brota de millones de pechos de guatemaltecos que no solo ansían poseer la tierra, sino ser poseídos por ella. Hombres y mujeres hechos de mazorcas blancas y mazorcas amarillas2 que, por una parte, se sienten tan profundamente identificados con los surcos, la siembra y la cosecha y, por otra, se ven expulsados de la tierra e impedidos de hundirse entre sus surcos fértiles por una situación de injusticia y de pecado. Son como forasteros en la tierra que les perteneció por milenios y se les considera como ciudadanos de segunda clase en la Nación que forjaron sus colosales antepasados…
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Imagen: https://publicogt.com/lain-aj-kalebaal-la-historia-larga-de-tezulutlan-i/
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