[Por: Ana María Díaz]

Mirando la realidad que nos rodea y pensando en la carga de futuro que tiene todo presente, nos preguntamos, a veces con serenidad y otras con ansiedad, ¿Qué estamos sembrando y qué mundo se puede vislumbrar a partir de lo que hacemos hoy? No suele ser fácil arribar a respuestas lúcidas ante preguntas tan cruciales. ¿Hacia dónde vamos como humanidad?, ¿Qué futuro estamos sembrando?, ¿Qué clase de cosecha debemos esperar?, son preguntas que nos hacemos, oscilando entre angustia y esperanza, recelo y confianza, desencanto y entusiasmo. De eso trata el evangelio de este domingo, de saber qué podemos esperar…

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