[Por: P. Armando Raffo, SJ]

La afirmación de Lucas ha sido tenida por varios especialistas bíblicos como la esencia del Nuevo Testamento y que tendría su fuente en lo que se ha llamado la fuente Q^[1], un listado de frases dichas por Jesús que habrían sido recogidas por Mateo y Lucas. La pregunta que espontáneamente surge es: ¿a qué se refiere Mateo cuando dice que “todas esas cosas” que sobrevendrán por añadidura? 

Si vamos al contexto de la frase citada y miramos con detalle los capítulos seis y siete, encontramos afirmaciones que hablan de las actitudes que deberían caracterizar a los cristianos. Los títulos de las distintas perícopas: breves relatos o dichos de Jesús que aluden, de una manera o de otra al núcleo central del evangelio.  Las perícopas precedentes al texto que titula esta reflexión, reflejan, con toda claridad, las actitudes que Jesús espera de sus seguidores. Basta nombrar algunos de los títulos de dichas perícopas: “la limosna en secreto”, “la oración en secreto”, “la verdadera oración”, “el ayuno en secreto”, “el verdadero tesoro”, “el ojo, lámpara del cuerpo”, “nadie puede servir a Dios y al dinero”, “el abandono en la providencia”, “no juzgar”… 

Bien podemos decir que en el capítulo sexto encontramos algo así como un listado de las actitudes fundamentales que han de caracterizar al cristiano. Por otra parte, cabe notar que la mayoría de los especialistas aceptan que las actitudes aludidas por el evangelista han sido interpretadas como el cumplimiento de las esperanzas mesiánicas. En buen romance ello quiere decir que Mateo hace una descripción del alma de los cristianos que desean servir al Reino de Dios y su justicia. Más aún, podríamos decir que Mateo subraya de forma notable que las actitudes aludidas son esenciales para ir en pos del Reino. 

Se hace evidente, pues, que nunca se podrá separar el fin de los medios que conducen al Reino o que es imposible separar lo que podríamos llamar la meta, el reinado de Dios, de las actitudes que conducen hacia el mismo. 

La separación de la meta que se persigue de los medios para alcanzarla, entrañan una falacia que puede ser muy destructiva. En efecto, la frase de Mateo no deja lugar a dudas: se trata de buscar el Reino de Dios que se traduce o promueve, a nivel personal y comunitario, desde las actitudes aludidas. Con otras palabras, podríamos decir que las actitudes mencionadas son inherentes al Reino que se procura alcanzar. Si bien es obvio que todo cristiano ha de comprometerse en la búsqueda del Reino, también lo es que sin las actitudes aludidas es imposible alumbrar el Reino de Dios. 

Imagen: https://alfayomega.es/el-padre-os-quiere-porque-vosotros-me-quereis-y-creeis/ 

^[1] Cfr. E. Schillebeeckx, Cristo y los cristianos –Gracia y liberación- ed. Cristiandad, Madrid, 1982.