16 de Febrero de 2012
Lo de Jesús no podía terminar bien. Lo vemos en el itinerario que marcan los evangelios de este mes. Comienzan, domingo 5 de febrero, con Jesús saliendo de la sinagoga y yendo a la casa de uno de sus discípulos (todo un símbolo: deja el lugar de culto y oración y va a una casa ordinaria). Ahí está cerca de la gente, especialmente de quienes sufren. Ahí manifiesta su ternura, su misericordia, su empatía y cercanía con nosotros. Hace curaciones. Expulsa demonios.
Fernando Torres Pérez
De la Revista de información social y religiosa ALANDAR
Lo de Jesús no podía terminar bien. Lo vemos en el itinerario que marcan los evangelios de este mes. Comienzan, domingo 5 de febrero, con Jesús saliendo de la sinagoga y yendo a la casa de uno de sus discípulos (todo un símbolo: deja el lugar de culto y oración y va a una casa ordinaria). Ahí está cerca de la gente, especialmente de quienes sufren. Ahí manifiesta su ternura, su misericordia, su empatía y cercanía con nosotros. Hace curaciones. Expulsa demonios. Fernando Torres Pérez De la Revista de información social y religiosa ALANDAR
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.