29 de Julio de 2023
[Por: Oscar Lobo i Oconitrillo | Desafío Virtual]
“La situación es muy difícil, los bandidos siguen llegando. Ayer vinieron en masa y fue realmente duro porque no eran pacíficos. Mientras que otras veces vienen a hablar esta vez han venido a amenazar. Así que por la tarde tengo que entregarles el equivalente a 30 mil dólares en arroz, aceite y frijoles. Intenté negociar pero siguen amenazando con acabar con nuestra casa”. Este testimonio nos llega de la hermana Marcella Catozza, franciscana en Puerto Príncipe, que ha hecho un sentido llamamiento a los misioneros Camilos presentes en la isla, pidiendo refugio en el Foyer Bethléem, para alojar a los niños y niñas de 3 a 10 años que las hermanas cuidan en su casa. "Aquí han cambiado todos los equilibrios -continúa la misionera-. Ya no tengo que vérmelas sólo con ‘mis’ bandidos, a los que conozco desde hace 20 años, sino también con todos los demás del país que querrían tomar nuestra casa para convertirla en su base, como ya ha ocurrido con otras casas de religiosas y con una parroquia”. La zona, en concreto, está controlada por las ‘bandas del G9’, que reclaman el espacio para establecer sus bases, que para ellos son estratégicas ya que, al tener acceso al mar, permiten un mayor margen de acción y un mayor control sobre cualquier cosa. “Por eso estoy intentando trasladar al mayor número posible de niños, al menos los mayores, cinco chicos y cinco chicas de 15 años, porque se los llevan para ser niños soldado y abusar de las chicas”. En cuanto a los niños más pequeños que tienen padres, la religiosa está intentando que vuelvan con sus familias mientras continúa haciéndoles un seguimiento a través de visitas. Los que no tienen a nadie, mientras tanto, han sido acogidos por las hermanas del Foyer Bethléem, el corazón del Foyer Saint Camille…
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