[Por: Juan José Tamayo]

“La palabra fue creada para abrazar. Cualquier otro destino que se le imponga desdice la humanidad”, así comienza La medida del mundo. Palabra y principio femeninos, de Lola Losa, filóloga y catedrática de la Facultad de Filología y Comunicación de la Universidad de Barcelona (Milhojas Servicios Editoriales, Sevilla, 2022), literatura estética en estado puro y una de las más bellas interpretaciones poéticas, simbólicas y místicas de la Biblia que he leído, entendida como uno de los textos fundacionales de la aventura de lo humano, “el abrazo entre letras y números” y fuente fecunda de significados. Sí, la aventura de lo humana se oculta en relatos míticos y místicos de los libros religiosos y su significado antropológico se pierde con frecuencia en un mundo de trascendencia intemporal que no hace pie en la historia.  

En el centro de esta sugerente y creativa hermenéutica se encuentra Miriam-María, que canta y baila por la Pascua judía y por la Pascua cristiana. Miriam, hermana de Moisés y Aarón, danza con un pandero al son de la libertad camino de la liberación y el resto de las mujeres que la acompañaban siguieron su música durante el éxodo. Pero Miriam no logra alcanzar la Tierra Prometida y muere en el camino. El grupo de las mujeres en torno a Myriam fue el lado festivo y lúdico en medio de las penalidades del desierto. Se dice que la música amansa a las fieras. En este caso, el canto preanuncia la liberación que está por llegar y mantiene firme la esperanza contra toda desesperanza.

María de Nazaret da a luz al Hijo del Hombre, que fue crucificado y llora al pie de la cruz, pero antes ha entonado el Magnificat -inspirado en el canto de Ana, madre de Samuel (2Sm 1-10)-, cuya imagen de D**s es la de liberador que “desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los de corazón altanero, derribó a los poderosos de sus tronos y ensalzó a los humildes, a los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos con las manos vacías” (Lc 1, 51-53). Es la imagen del D**s de Jesús de Nazaret, que inspira a la teología de la liberación. 

Con Miriam-María acontece el devenir y el alegre movimiento de imaginar la libertad, una vida nueva de resurrección. ¡maravillosa exégesis bíblica en torno a lo femenino! 

El libro es el mejor ejercicio práctico de la relación entre el lenguaje poético y la música, tema que estudia con rigor filosófico y literario Lola Josa.  Nunca había leído un libro sobre Miriam-María y lo femenino en la Biblia con tanto encanto simbólico, tanta estética lírica, tanta belleza literaria y tan luminosa hermenéutica. Expreso a la autora mi felicitación más efusiva. 

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