[Por: María Bardales | Amerindia Honduras]

Seres al encuentro del Dios de la vida, que se mueven al sonido del amor.

Seres alegres, vivaces y valientes, del pueblo, en el pueblo y con el pueblo.

Seres movidos por susurros del espíritu, soñadores, atrevidos y audaces.

Seres del ayer del hoy y del mañana, de la palabra viva y liberadora.

Seres sin ocaso porque son del alba amazónica, testigos de la resurrección de los pueblos.

Seres discípulos y profetas desde el espíritu amazónico, creyentes, convertidos y liberados.

Seres en narrativa de la buena nueva, al encuentro de la vida, de toda vida.

Fieles de un amor sin ocaso, porque resurge siempre al alba.

Viviendo sin cadenas porque las han roto, sin miedos porque los han vencido.

Sin estigmas porque los han enfrentado, sin prejuicios porque se han liberado.

Seres en camino, seres en misión, en permanente escucha y en contemplación.

Fotografía: Nilo Zárate