[Por: Marcelo Barros]

"¡Brasil ha vuelto!" es el eslogan con el que el actual gobierno quiere despertar la conciencia del pueblo brasileño sobre las diferencias entre los años que hemos vivido, con el Estado y el pueblo secuestrados por los estragos de una derecha cruel y asesina, y las nuevas señales de reanudación de los esfuerzos para devolver Brasil a la mayoría del pueblo brasileño. 

Además de la creación del Ministerio de los Pueblos Indígenas y de la entrega de la dirección de la FUNAI a un representante de los pueblos originarios, hemos visto la renovación de muchos programas sociales. Sin embargo, no sirve de nada invertir en programas de emergencia, por importantes que sean, sin abordar las raíces de nuestras miserias. Cuantos más programas sociales se crean para alimentar a millones de hambrientos, más el sistema crea nuevos hambrientos cada día. Es necesario atacar las raíces de la injusticia institucionalizada para descubrir nuevos tiempos de Paz, Justicia y cuidado de la Madre Tierra. 

Sin duda, en Brasil, la más profunda y duradera de las estructuras sociales injustas es la política agraria, basada en una de las concentraciones de tierras más violentas del mundo y en una estructura de propiedad de la tierra que no ha cambiado sustancialmente desde los viejos tiempos de la esclavitud. 

En el futuro, quienes estudien la Historia de Brasil aprenderán que, para el pueblo brasileño, del campo y de la ciudad, el acontecimiento social más importante de todo el siglo XX fue la fundación del Movimiento de los Sin Tierra (MST) en 1984. En aquella época, estábamos llegando al final de la dictadura militar y de un periodo de gran represión social. La concentración de la tierra al servicio de la política de la agroindustria y de la exportación se acentuaba aún más. En julio de 1980, al llegar a Brasil y ver las flagrantes injusticias en el campo, el Papa Juan Pablo II declaró al mundo entero que "sobre cada propiedad, hay una hipoteca social". En 1988, la nueva Constitución brasileña consolidará este principio: la función social de la propiedad de la tierra. El latifundio improductivo es antiético e ilegal.  

Como una verdadera profecía laica y cívica, el MST nació y se consolidó como el más importante movimiento social y popular brasileño. Hoy es el mayor productor de arroz orgánico de América Latina. Pone en práctica y demuestra que la Reforma Agraria Agroecológica, que garantiza el acceso a la tierra como derecho humano universal, es posible. Organiza cooperativas agroecológicas y produce alimentos sanos para toda la población. 

Actualmente, agrupa a más o menos medio millón de familias asentadas. Las familias que siguen acampadas en tierras antes improductivas y ociosas son más de 100 mil. Es a partir de esta experiencia de trabajo comunitario y de organización de los asentamientos que el MST realiza un trabajo de formación humana y política, reconocido y premiado por organismos internacionales de la ONU. 

En estos últimos años en que Brasil se debatía bajo el azote de la pandemia, el MST llevó a cabo la mayor obra de solidaridad social del país. Garantizó la producción y distribución de miles de toneladas de alimentos y ayudó a las comunidades de las periferias urbanas y rurales de todo el país. 

En estos días, la sociedad brasileña asiste a una nueva oleada de ataques de la élite reaccionaria contra el MST. En el Congreso, como en los peores periodos de nuestra política, se intenta criminalizar a los movimientos populares. 

En mi vida, considero uno de los mayores privilegios que he recibido del Amor Divino estar vinculado al MST desde la época de su fundación. En estos casi 40 años de caminar, siempre me alimenté de su mística de justicia liberadora. Incluso cuando, debido a la edad y a problemas de salud, ya no puedo seguir cada paso de este hermoso camino, cuando alguien me pregunta qué pienso de las acciones del MST, respondo con las palabras de nuestro difunto maestro y profeta Pedro Casaldáliga: "En la duda, ponte siempre del lado de los pobres", es decir, solidarízate con los movimientos populares y las clases oprimidas.

*Imagen tomada de https://latamgremial.com/centrales-sindicales-de-brasil-manifestaron-su-repudio-a-la-persecucion-politica-contra-el-mst/