[Por: Eduardo de la Serna]
Hace muchos años, en un congreso internacional de teología discutíamos con un amigo sobre los debates. La raíz del tema estaba, creo yo, en nuestra cultura apasionada como argentinos (quizás sea mejor decir, como “porteños”), que hacía difícil la discusión, porque todo disenso se transformaba como algo personal…
Descargue el artículo.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.