[Por: Ángela Cabrera]
La primera lectura nos recuerda a Ana, la madre de Samuel. Su relato nos enseña a ser persona grata y agradecida con los favoreces de Dios. Ella, siendo estéril, suplicaba ardientemente un hijo; tanto pedía que la llegaron a confundir con una persona borracha. Y cuando esta mujer, por fin, recibió la bendición deseada, luego de haberlo amamantado se lo donó al Señor, en agradecimiento; lo llevó al templo, para que se consagre, y de vez en cuando iba a verlo y a llevarle su ropita…
Descargue el artículo.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.