14 de Noviembre de 2022
[Por: Luis Miguel Modino | Religión Digital]
La polarización en Brasil está llegando a límites intolerables, lo que puede considerarse una herencia del actual presidente, que ha generado en la sociedad brasileña un clima de constante confrontación. Una realidad que también afecta a la Iglesia católica, con amenazas de todo tipo.
Gritos de "Fuera obispo"
El último en sufrir estas intimidaciones ha sido Mons. Vicente Ferreira, obispo auxiliar de Belo Horizonte, que recibió amenazas de muerte por parte de un grupo bolsonarista mientras celebraba la misa de confirmación en la parroquia de São Caetano, en la ciudad de Moeda, interior del Estado de Minas Gerais.
La Comisión de Ecología Integral y Minería de la Conferencia Nacional de Obispos Brasileños (CNBB), de la que Mons. Vicente es secretario general, denunció que "el grupo gritó 'Fuera Obispo' y 'allá afuera será diferente', llegando a los oídos del conductor y de los guardias de seguridad que se encontraban en la parte trasera del polideportivo donde tenía lugar la celebración".
El mensaje firmado por Mons. Sebastião Lima Duarte, obispo de Caxias, presidente de la Comisión, denuncia que "este hecho está vinculado a la realidad nacional que vivimos en nuestra sociedad, donde el odio y la intolerancia política se han vuelto cada día más 'aceptables'. En una sociedad democrática eso no puede ser permitido”.
Defensor de los afectados por los efectos de la minería
Las amenazas son consecuencia de la actitud profética del obispo auxiliar de Belo Horizonte, "en defensa de los pueblos y comunidades que están en conflicto con la minería, especialmente en defensa de los afectados por el derrumbe de la presa de la (Empresa Minera) Vale en Brumadinho", lo que le ha convertido en blanco de amenazas.
La Comisión Especial de Ecología Integral y Minería de la CNBB ha mostrado su solidaridad, al tiempo que ha dicho que "repudia estas posturas extremistas, que no encajan en nuestra sociedad, y solicita a los organismos del Estado que cumplan con su deber de proteger e investigar a quienes cometieron este delito".
Arzobispo de Belo Horizonte pide justicia
El arzobispo de Belo Horizonte, Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, también ha mostrado su solidaridad y se mantiene unido a su obispo auxiliar, "víctima de la intolerancia, de la falta de un mínimo sentido de convivencia, de la falta de respeto cobarde, poniendo vidas - don sagrado - en riesgo, síntomas graves de una sociedad enferma".
En el comunicado, el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil dijo que se han tomado medidas judiciales "para que las hostilidades dirigidas a un servidor del Evangelio, en el ejercicio de su misión, no queden impunes".
Por último, afirmó que "en una sociedad libre y democrática, la divergencia de opiniones no puede justificar actitudes beligerantes, no comprometidas con la fraternidad. El Evangelio enseña que todos, independientemente de nuestras convicciones, somos hermanos entre nosotros, hijos de Dios".
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