17 de Julio de 2022
[Por: Luis Van de Velde]
Que nuestro trabajo sea llevado y alimentado por nuestra oración. Ambos son una parte fundamental de nuestra fe. María y Marta son las dos caras de un auténtico creyente. Tal vez invertimos mucha más energía y tiempo en nuestro "trabajo" que en nuestra "oración". Al fin y al cabo, se trata de trabajar con sentido (para vivir, para construir el Reino de Dios, para luchar por la paz y la justicia, para construir comunidad,...). En efecto, pero si ese trabajo no se nutre de nuestra oración (y de sus múltiples formas y lenguajes), corremos el riesgo de perdernos o girar en torno a nosotros mismos o perder el horizonte del Reino de Dios. Por otra parte, nuestro encuentro con Jesús, en el rostro y en las heridas de los "pobres", nos abrirá realmente a la voz de Dios en el silencio de nuestra propia conciencia…
Descargue los comentarios bíblicos del Domingo 16.º “C”.
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