[Misioneras Cruzadas de la Iglesia]

Se nos ha invitado a «caminar juntos» en el discernimiento eclesial. En octubre de 2021 nos pusimos en marcha en un Sínodo de toda la Iglesia sobre la Sinodalidad impulsados por el Papa Francisco, quien nos alienta a la escucha de «lo que el Espíritu nos está diciendo a las Iglesias».

El mundo nos interpela, desde el hambre hasta la guerra. Tanto los desplazados por la violencia como los migrantes por las múltiples carencias, son un signo de un mundo que siempre está caminando en busca de paz, justicia y los derechos humanos fundamentales para reconocerse como hijos e hijas de Dios, todos con igual dignidad. No cabe menos en la Iglesia, pueblo de Dios en marcha, que discierna el sentido de su fe –sensus fidei– y los caminos proféticos por los que somos conducidos hacia el Reino.

Nuestra misión, vivida siempre en comunión con la Iglesia, trabajando «al lado del Papa y de los Obispos», nos lleva a comprometernos con nuestra participación en este Camino Sinodal que es hoy el derrotero del Espíritu, camino de discernimiento eclesial para que todos los bautizados podamos responder desde el Evangelio a la realidad del presente.

Consagradas, laicos, sacerdotes y obispos, todos en la Iglesia trabajando en equipo con sinergia eclesial, podremos realizar nuestra tarea pastoral con mayor eficacia evangélica como Obra Total. Algunos testimonios de nuestro modo de hacer reflejan esta vocación, a la que hemos sido llamados por el carisma de Santa Nazaria… (Tomado de la editorial)

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