El gallo de oro de Juan Rulfo

31 de Mayo de 2022

[Por: Juan Manuel Hurtado López]




1. Introducción

 

Juan Rulfo nació en Apulco, Jalisco, el 16 de mayo de 1917, tal y como él lo declara en una larga entrevista a la televisión española, realizada allá en España.

 

En 1953 escribe El Llano en llamas y en 1954 escribe Pedro Páramo. Desde 1956 Rulfo investiga el mundo de los gallos. En 1958 termina de escribir El Gallo de oro, un guion que le pidieron para una película que dirige Roberto Gavaldón. La adaptación del guion fue realizada por Carlos Fuentes y por Gabriel García Márquez. Sin embargo, por el análisis crítico de la obra de autores como    José Carlos González Boixo, Douglas J. Weatherford y Alberto Vital, queda claro que se trata más bien de una novela corta de 42 cuartillas, escrita a máquina[1]. El original, escrito por Juan Rulfo a mano o a máquina, no se conserva. Lo que se conserva es una copia hecha al carbón del manuscrito con la fecha del registro de la obra el 9 de enero de 1959.

 

En la obra que tengo en mis manos[2], la novela tiene 67 páginas.

 

2. La novela El Gallo de oro

 

Según mi propia apreciación del escrito, se trata de una novela corta, con sus personajes bien caracterizados, su trama, su desenlace. Todo está colocado en su lugar, con la meticulosidad que tenía Rulfo para escribir como consta en otra obra dedicada a Juan Rulfo que se llama “Los cuadernos de Juan Rulfo”[3], en los que se advierte el sinnúmero de correcciones que él hacía sobre un mismo párrafo hasta dejarlo por fin aprobado o descartado. Baste ver a guisa de ejemplo la página EN P. 151 de Los Cuadernos de Juan Rulfo, donde hizo 46 correcciones[4]. De hecho, algunos cuentos o una pequeña novela, Juan Rulfo no los publicó o los tiró a la basura porque juzgaba que no servían, que eran muy malos. En el citado libro: Los Cuadernos de Juan Rulfo, hay cuentos excelentes que él nunca publicó. Lo mismo pasa con esta edición de El Gallo de Oro, donde vienen publicados algunos cuentos, Cartas a Clara, su novia, la sinopsis que hizo Juan Rulfo de su obra El Gallo de oro, y un brevísimo texto-guion de cinco páginas de su única película que afirma Rulfo que él hizo: “La fórmula secreta”. Esta película fue filmada en 1964 por Rubén Gámez. 

 

De paso diremos aquí que Juan Rulfo fue un excelente fotógrafo y un empedernido cinéfilo. Por lo que siempre estuvo pensando en la posibilidad del cine como medio de expresión de su mundo fantástico. Y esta es la confusión que se ha generado con El Gallo de Oro. Que si es sólo un guion para cine o es una verdadera novela. Aunque de hecho se la pidieron para cine y fue filmada, yo me quedo con la recepción crítica de que es una verdadera novela.

 

La novela tiene tres personajes centrales, Dionisio Pinzón, La Caponera y Lorenzo Benavides. Dionisio Pinzón es un hombre pobre, con un brazo engarruñado, es el pregonero del pueblo San Miguel del Milagro, después gritón en las peleas de gallos y finalmente gallero él mismo. La Caponera es una bravía y muy bella cantante en las ferias de los pueblos y en los palenques. Y Lorenzo Benavides es un gallero alteño, rico y afamado, compañero-amante de La Caponera, gallero empedernido que pierde todo su haber en las apuestas en los gallos o en las cartas.

 

Una de las primeras peleas de gallos que narra Juan Rulfo en su novela fue entre un gallo blanco de Chicontepec contra un gallo dorado de Chihuahua; en esta pelea las apuestas subieron hasta cinco mil pesos y todavía dieron tronchado, yéndole al de Chihuahua. De aquí debe venir el nombre que Juan Rulfo escogió para su novela. La velada alusión a los Dorados de Villa.

 

La sorpresa en esta pelea se dio porque no ganó el Dorado de Chihuahua con todo lo brioso que era y que acometió desde el inicio al blanco; en cambio, el blanco de Chicontepec era un gallo cobarde que nunca salió de su esquina, sino sólo para defenderse de las acometidas del rival. En una de esas brincó sobre el Dorado, y sólo por estar pataleando para defenderse, le vino a cortar un ala al Dorado con su navaja. Así se desangró el Dorado que vino a colgar el pico. El dueño quiso torcerle el pescuezo, pero no lo hizo a ruegos del gritón, Dionisio Pinzón. Éste lo recogió casi muerto y lo curó con consejos que le dio su madre, ya enferma y a punto de morir.

 

El remedio consistió en enterrar el gallo hasta el pescuezo, ahí le daba de comer y de beber y después de varias semanas, el Gallo Dorado sanó, inclusive de su ala cortada. Esto cambió la suerte de Dionisio Pinzón, quien llevó su gallo a competir a las mejores ferias y plazas: Nochistlán, Aguascalientes, Arandas, San Juan del Río. Con esto se hizo rico. A su Dorado se lo mataron en una pelea en Tlaquepaque.

 

En la novela Dionisio Pinzón se casa con la Caponera y procrean una hija que sigue los pasos de su mamá; luego la Caponera lo abandona porque no puede vivir encerrada en una casa, ella es libre y quiere seguir cantando por las plazas y palenques. Pero Dionisio sabe que sin ella pierde en todas las apuestas, así que va por ella para que haga sólo una cosa: estar con él mientras apuesta en las cartas y así gana. El final es que ella -en la oscuridad de un rincón de la casa y sin ser vista por los tahúres, ya que es como amuleto para que Dionisio gane -muere mientras Dionisio y sus compañeros están jugando cartas con altas apuestas en la casa de Santa Gertrudis que se convirtió en centro de apuestas.

 

3. El mundo de Juan Rulfo

 

Lo que caracteriza la obra de Juan Rulfo es su inasibilidad, su sorpresa, su incapacidad para ser domesticada, su falta de compromiso con las normas establecidas, su frescura de lenguaje, la fuerza de las palabras que van más allá de la realidad y ante las que se queda uno mudo. El mundo de Juan Rulfo es incontestable, no admite derecho de réplica.

 

Como cuando escribe el título de su cuento: “La vida no es muy seria en sus cosas”[5]. O como en sus cartas a Clara, su novia, donde le cuenta del trabajo en la fábrica: “Y quieren todavía que uno los vigile, como si fuera poca la vigilancia en que los tienen unas máquinas que no conocen la paz de la respiración”.[6] 

 

Algunos autores han llamado al estilo de Juan Rulfo realismo mágico o surrealismo. Lo cierto es que Juan Rulfo es el escritor más universal que ha producido México y cuya obra está traducida a cerca de 80 idiomas de los pueblos que habitan la redondez de la tierra.

 

En un texto de su película “La fórmula secreta”, Juan Rulfo, hablando de la mala suerte de los pobres, escribe: 

 

“Desde que el mundo es mundo

hemos andado con el ombligo pegado al espinazo

y agarrándonos del viento con las uñas” [7].

 

Y más adelante escribe:

 

“Cuando dejemos de gruñir como avispas en enjambre,

O nos volvamos cola de remolino,

o cuando terminemos por escurrirnos sobre

la tierra

como un relámpago de muertos,

entonces

tal vez

nos llegue a todos

el remedio” [8] .

 

Y finalmente, un texto de su famoso Escrito “El Llano en llamas”, que es una colección de sus cuentos. El texto que vamos a leer está tomado del cuento “Nos han dado la tierra”. “Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará aquí. Ni los zopilotes. Uno los ve allá cada y cuando, muy arriba, volando a la carrera; tratando de salir lo más pronto posible de este blanco terregal endurecido, donde nada se mueve y por donde uno camina como reculando” [9].

 

Citas

 

[1] RULFO, Juan, El Gallo de oro y otros relatos. Editorial RM & y Fundación Juan Rulfo, 2019, Págs. 7-10.

[2] Ibídem.

[3] Los cuadernos de Juan Rulfo, presentada por Clara Aparicio de Rulfo y publicada por Ediciones ERA. México,1994. Esta edición está agotada.

[4] Los Cuadernos de Juan Rulfo, EN  P. 151

[5] Juan Rulfo, El Gallo de Oro, pág. 129

[6] Juan Rulfo, El Gallo de oro, Carta XII, pág. 143

[7] Ibídem,, Pág. 112

[8] Ibídem, Pág. 113

[9] RULFO, Juan, El Llano en llamas. EDITORIAL RM & FUNDACIÓN JUAN RULFO. México 2019, Pág. 11

 

Imagen: https://www.pinterest.com.mx/pin/291537775868375740/ 

 

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