[Por: Frei Betto] 

En más de treinta años de monitoreo la FAO nunca había detectado un alza tan rápida del precio de los alimentos en el mundo como la actual. En marzo último, subieron un 12,6%. Ese aumento se debe a los desequilibrios ambientales que afectan a las commodities, al incremento del precio de los combustibles (gas, gasolina, etanol y energía eléctrica), a la pandemia y, ahora, a la guerra entre dos de los graneros del mundo –Rusia y Ucrania–, que son también importantes exportadores de fertilizantes.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU destina diariamente alimentos a 125 millones de personas de países africanos o en desarrollo. De ese total, el 50% se producía en Ucrania.

Los cereales han aumentado como promedio un 20%: el trigo 43%, el maíz 31% y la soya 26%. Ello ha incidido en el precio de los aceites vegetales (+23%), el azúcar (+6,7%), las carnes (+4,8%) y los lácteos (+2,6%). Los cereales no solo ocupan el lugar preferencial en la canasta familiar, sino que dependen de Rusia y Ucrania, principales abastecedores para la cría de animales en Europa y exportadores de trigo, cebada, soya y aceite de girasol. La escasez de cereales como el trigo, el maíz y la soya eleva los costos de las empresas agrícolas que, en busca de compensación, incrementan el precio de las carnes, lo que genera una espiral inflacionaria, la mayor de los últimos 32 años.

En Occidente, la carestía condena a millones de personas a la pobreza. Sumada a la pandemia, la guerra y la especulación de mercado (que establece los precios de los cereales en la Bolsa de Chicago), debe generar al menos 100 millones de nuevos pobres. Salvo en Europa Occidental, donde la Unión Europea aseguró la autosuficiencia con medidas de protección de las empresas agroalimentarias: pospuso las rotaciones obligatorias de tierras y aumentó los recursos destinados a la ganadería, a fin de garantizar las ganancias de las empresas.

Los datos de la FAO indican que en 2022 el comercio mundial de cereales debe decrecer. Las carnes, los granos, los aceites, el azúcar y los derivados de la leche alcanzan ya precios exorbitantes. El presidente Biden ve descender su popularidad, porque los consumidores de los Estados Unidos se enfrentan a la escalada de los precios. En marzo, los alimentos experimentaron un aumento promedio del 8,5% en aquel país, el incremento más veloz de los últimos 40 años. La canasta básica familiar de los estadounidenses subió un 10%. En Francia, el aumento fue de un 4,5%, lo que aumentó los votos de Marine Le Pen, la candidata de la extrema derecha. Mientras que en Brasil la inflación alcanza el 11,3%, en Francia es de 7,5%.

¿Hay esperanzas de que vengan días mejores? Todo depende del fin de la guerra de Rusia contra Ucrania, de la mejoría de la producción industrial mundial y de la erradicación de la Covid-19, principalmente en China. Cada vez que se produce una nueva oleada de la epidemia, los chinos cierran puertos, fábricas, ciudades y hasta regiones, lo que afecta el comercio globalizado.

El agravamiento de esta coyuntura solo podrá evitarse si se encuentra una solución que ponga fin a la guerra de Rusia contra Ucrania. Mientras los Estados Unidos y la Unión Europea insistan en expandir las garras de la OTAN y aumentar el abastecimiento de armas al gobierno de Zelensky y las sanciones a Rusia será difícil entablar un diálogo que favorezca la paz. Y el hambre se agravará en el mundo, porque los países periféricos recibirán, hasta fines de este año, 35 millones de toneladas de cereales menos que el año pasado.

Resta aún la esperanza de una reacción más contundente de China en pro de la paz, ya que, para alimentar a su población de 1 400 millones de personas, el gigante asiático compró vastas extensiones de tierra en Ucrania y Rusia. Y en el país de Zelensky, la producción agropecuaria y la exportación de alimentos y fertilizantes están suspendidas.

Frei Betto es autor, entre otros libros, de Comer como um frade – divinas receitas para quem sabe por que temos um céu na boca (José Olympio).

Frei Betto es autor de 70 libros, publicados en Brasil y en el extranjero. Puedes adquirirlos con descuento en Librería Virtual - www.freibetto.org   Allí los encontrarás a precios más económicos y los recibirás en casa por correo.

Maria Helena Guimarães Pereira

Agente Literária - Assessoria

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Traducción de Esther Pérez.

Imagen: https://www.clarin.com/mundo/precio-alimentos-dispara-brasil-ahogado-crisis_0_92tkyBWR8.html