[Por: Tere y Luis Van de Velde]

Es evidente que Monseñor Romero está muy preocupado por la gran mayoría del pueblo, es decir, las mujeres y los hombres explotados económicamente y excluidos social y políticamente.  Es decir, las masas de hombres y mujeres con las cuales se ha jugado tanto tiempo.  Es una expresión fuerte.  Y parece que después de los Acuerdos de fin de guerra (en El Salvador) eso no ha cambiado y sigue hasta hoy.  Los que están en el poder (ejecutivo y legislativo) piensan que son los sabelotodo y que son los únicos que saben lo que el pueblo (las masas) necesitan.  No falta la estrategia del imperio romano de “pan y juego”: subsidios y entretenimientos, fiestas, partidos de futbol y otros.  A nadie se le ha ocurrido que habrá que crear mecanismos para que los de abajo puedan decir donde les duele, qué les hace falta, qué esperan,…. Y para que puedan participar y colaborar en la planificación y ejecución de las obras y de los cambios, y en la elaboración o transformaciones de las leyes.  Presidentes con un alto porcentaje de valoración positiva o negativa, han actuado de la misma manera: pan y juegos. Y mientras tanto son los intereses de ciertos sectores económicos poderosos que definen el qué y el cómo hacer las cosas en el país…

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Imagen: https://elpais.com/internacional/2011/10/03/actualidad/1317626362_221864.html