“Otros países han asumido los abusos sexuales, nosotros tenemos que hacerlo”, Luis José Rueda, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia

15 de Marzo de 2022

[Por: Miguel Estupiñán | El Tiempo]




El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Luis José Rueda, se define como un simple cura de pueblo al que lo tiene sin cuidado su eventual nombramiento como cardenal. Este último, sin embargo, lo convertiría en uno de los potenciales electores del próximo Papa.

 

Más que ser el principal representante de la Iglesia católica en Colombia, al arzobispo de Bogotá le enorgullece tener como “padrino” a un referente de construcción de paz como monseñor Jorge Leonardo Gómez Serna, antiguo obispo de la Diócesis de Socorro-San Gil, de cuyas manos recibió la ordenación presbiteral en 1989 y a quien recuerda como “un obispo humano, metido con lo humano, anunciando el evangelio”.

 

Monseñor Rueda hace parte de una nueva generación de obispos que han abrazado la defensa de los derechos humanos como parte de su ministerio religioso y que prefieren salir de las curias para solidarizarse con las comunidades alcanzadas por el recrudecimiento de la violencia. Esto no implica que el prelado haya abandonado ciertas posiciones tradicionales de la Iglesia católica en materia de defensa de la vida. A continuación, apartes de una extensa conversación llevada a cabo en la sede de la Conferencia Episcopal, durante la cual también se habló de política. La noticia: el presidente de la institución afirma estar interesado en una investigación independiente sobre pederastia clerical en Colombia.

 

¿Cómo describe la actitud del Gobierno frente a las denuncias que los obispos del Chocó vienen haciendo sobre alianzas paramilitares entre sectores de la fuerza pública y el Clan del Golfo?

 

Los integrantes de la presidencia de la CEC estuvimos acompañando a los obispos de Chocó, recientemente. Estuvimos escuchando a un grupo significativo de líderes y lideresas de la región que nos compartieron la realidad que existe allí. Y llegamos a la conclusión de que los obispos de Chocó están diciendo la verdad. Lo sabíamos ya, por la trayectoria de ellos y por el servicio que están prestando; porque vivimos en constante comunicación desde la Conferencia Episcopal. Pero lo corroboramos, al escuchar, allí, al pueblo de Dios. Por eso mi invitación al Gobierno nacional es a escuchar realmente estas situaciones, porque cuando uno tiene capacidad de escucha es capaz de ver en el fondo la realidad, lo que se está viviendo.

 

¿Qué opina de la existencia de títulos de exploración y de explotación minera en muchas de estas zonas donde la presencia del Clan del Golfo se viene fortaleciendo?

 

Más que al ser humano, se le está dando importancia al oro, al platino, a la economía ilegal que puede haber allí y también a las pretendidas explotaciones mineras legales. La economía que nos propone el papa Francisco lleva a que le demos el centro al ser humano; una economía al servicio del ser humano y no las comunidades del Chocó al servicio de estas pretensiones de explotación minera.

 

Algo que constatamos en estos días es que alguien está tratando de adueñarse de estas tierras y de sacar a los propietarios legítimos, que son los moradores del Chocó, ancestralmente. Y eso está produciendo varios efectos, por ejemplo, un confinamiento que los lleva a estar encerrados, a no poder movilizarse, porque los grupos armados les prohíben la movilización. Además, existen cinturones de minas antipersonales. Esto tiene efectos como el hambre en niños, jóvenes y ancianos.

 

¿Cuál es su invitación a los ciudadanos de cara a las votaciones del próximo domingo?

 

Que conozcan a los candidatos, su trayectoria y valores; si son personas que realmente tienen una motivación de búsqueda de bien común para ponerse al servicio de la construcción de comunidades; si responden y son capaces de escuchar lo que está pasando en las regiones y de atender sus problemáticas, en vez de llegar con propuestas desarraigadas de la realidad y de la necesidad, que se convierten en unos eslóganes de un tiempo de campaña; si los que pretenden llegar al Congreso son realmente personas que buscan la solución de los problemas reales de las regiones. 

 

Finalmente, desde nuestra condición de pastores de la Iglesia, desde la CEC estamos diciendo que es necesario que los candidatos tengan una capacidad de valorar esa raigambre histórica, cultural, espiritual que tiene el pueblo colombiano en los valores del evangelio, en los valores del reino de Dios: la vida, la justicia, el amor, la verdad, la solidaridad; y que sean hombres y mujeres que respeten la vida del ser humano, como derecho fundamental desde su fecundación y en todas sus etapas, hasta la muerta natural. Los derechos humanos se fundamentan en el primer derecho fundamental: todo ser humano tiene el derecho a ser respetado en su integridad de la vida y ser valorado, y de ahí depende el resto de derechos.

 

¿Usted qué sentiría si el 29 de mayo gana la presidencia Gustavo Petro?

 

Gane el candidato que gane, hombre o mujer, los colombianos debemos tener claro que estamos llamados, primero, a buscar la unidad el país; a no polarizarnos, a no buscar caminos de revanchismo, donde unos nos enfrentamos con otros. Esta historia la hemos caminado ya durante décadas y estamos viendo que toda polarización produce víctimas, produce atraso, produce violencia en Colombia. Gane el candidato que gane, lo importante es que todos nos pongamos en un camino de búsqueda de un país incluyente, que sea capaz de salir de esas áreas de violencia, que responda a un tema fundamental que ha hecho sufrir a los colombianos: el narcotráfico; un país que sea capaz de decirle no a la corrupción, un país que sea capaz de decirle sí a la vida y sí a todos los procesos sociales y comunitarios.

 

Los magistrados que decidieron despenalizar el aborto hasta la semana 24 han sido amenazados. ¿Cuál es su posición frente a esas amenazas?

 

Un rechazo rotundo. Porque no es el camino de reivindicar los derechos y menos el derecho a la vida. ¿Cómo va a ser que nosotros reivindiquemos el derecho a la vida irrespetando la vida de otro o amenazando a otro? Ese no es el camino de la Iglesia ni es el camino racional.

 

Usted habla mucho de amistad social, un concepto también usado por el papa Francisco. ¿Cómo aplicarlo en la relación entre el episcopado y las organizaciones feministas que celebran la reciente decisión de la Corte?

 

Es que la amistad social se fundamenta espiritualmente desde el padrenuestro, decir padre de todos, de aquellas personas que piensan en línea feminista, de aquellos que tienen una opción política, de aquellos que tienen una opción económica, religiosa. El padrenuestro no es solamente para los que somos católicos, es el fundamento de la espiritualidad de la fraternidad y de la comunión, es el fundamento de la amistad social. Por eso cuando alguien piensa distinto, por ejemplo, el grupo de feministas que celebra y aplaude la decisión de la Corte Constitucional, nuestro problema no es con ellas.

 

¿Usted se ha leído los libros del periodista Juan Pablo Barrientos sobre pederastia en la Iglesia católica de Colombia?

 

Tengo conocimiento de los libros, pero no los he leído.

 

¿Qué opina de los cuestionamientos contra varios obispos del país en materia de encubrimiento de abusos sexuales?

 

Es un momento muy importante para la Iglesia, un momento doloroso que hay que asumir y que hay que asumir desde la postura de las víctimas, desde la verdad. Y la verdad pasa a través de denunciar. De poner todos los canales canónicos y civiles al servicio de la verdad. La pederastia es un hecho dentro de la Iglesia, una dolorosa realidad. Otros países han asumido los abusos, nosotros tenemos que hacerlo.

 

¿Por qué la CEC no ha contratado una investigación independiente sobre abusos sexuales y encubrimiento por parte de clérigos, como sí lo han hecho los obispos de otros países del mundo?

 

La situación de pederastia le duele a la Iglesia, nos duele a todos. Y debe ser trabajada con responsabilidad y a profundidad. Tenemos que llegar a un consenso, pero estamos dando todos los pasos seriamente para poder llegar a la contratación de unas entidades o de una entidad que nos permita un estudio objetivo y un conocimiento de la verdad en este tema tan sensible, tan delicado y de tanta importancia para nuestra Iglesia y para la sociedad colombiana. 

 

¿La arquidiócesis de Bogotá tiene claro cuántos sacerdotes han sido denunciados por abusos sexuales?

 

Sí, la arquidiócesis de Bogotá, sí. Puedo dar razón de eso. Aquí no le tengo el dato concreto, de memoria, y prefiero no dar esos datos concretos de memoria porque sería casi una irresponsabilidad de mi parte. Pero en la oficina del Buen trato y en la cancillería de la Arquidiócesis usted puede recibir, debidamente solicitado, ese número. Ya lo han hecho algunas personas.

 

Publicado en: https://www.eltiempo.com/vida/religion/entrevista-con-el-presidente-de-la-conferencia-episcopal-luis-jose-rueda-657952 

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