07 de Marzo de 2022
[Por: Ilka Oliva Corado]
Las únicas veces que Caya de nía Chenta escuchó el sonido de los cascos de los caballos sobre los adoquines fueron las noches haciéndole compañía a la señora de la farmacia cuando sus hijos se iban de viaje a la capital, entonces pedía favor a nía Chenta para que se la prestara para que se quedara a dormir con ella mientras regresaban, así fue como Caya escuchó el sonido del agua potable recorriendo la tubería de pvc, en esa casa también vio por primera vez un inodoro, una pila y un refrigerador. Una plancha eléctrica, un televisor a control remoto y una secadora de pelo…
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