08 de Febrero de 2022
[Por: Pablo Bonavía]
0. La importancia de recoger el LEGADO de alguien que uno reconoce como un SER HUMANO, CRISTIANO, CURA, CREÍBLE.
1. TODO LE INTERESABA. De todo APRENDÍA.
a. Era una persona curiosa en el mejor sentido de la palabra. Investigaba las situaciones que vivía y los temas que abordaba hasta el detalle. Atento a las particularidades, a los matices. Observador fino y criterioso del acontecer diario.
b. Su interés e información cubría los rubros más dispares: deportes (sobre todo fútbol) – arte – películas- historia – literatura – religiones- y últimamente … la cocina.
c. En todo buscaba datos fidedignos, argumentos sólidos, sentido y jerarquización de las cuestiones en juego
d. Un detalle de la convivencia: cuando veíamos los distintos programas de preguntas y respuestas era difícil que no supiera o se equivocara en las respuestas. Y lo hacía con cara de un niño que viene de hacer una picardía …
e. Pero todo esto era inseparable de otra característica suya: le gustaba encontrar los vínculos, las tramas, las redes, las interdependencias. Como también los contrastes. Lo suyo no era una suma erudita de informaciones sueltas sino un vaivén entre las partes y el todo, el análisis fino y la síntesis que integraba lo disperso.
2. ¿QUÉ ERA LO QUE LE PERMITÍA MANTENER LA ATENCIÓN A LO PARTICULAR, A LO DIVERSO, AL MATIZ, y al mismo tiempo no perder la articulación de la REALIDAD COMO UN TODO.
a. Que en todo iba vislumbrando trabajosamente, descubriendo poco a poco, LO HUMANO COMO TAL que se abría camino DOLOROSAMENTE, en LUCHA con lo INHUMANO. Y eso DESDE DENTRO de LA VIDA MISMA. Lo humano percibido como REGALO y al mismo tiempo como TAREA.
b. Con MARCHAS Y CONTRAMARCHAS. Avances y retrocesos. Sin garantías a priori de acertar el camino ni triunfalismos. Equivocándose y volviendo a empezar, como todos.
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