[Por: Juan Manuel Hurtado López]

Acaba de caer a mis manos un bello libro sobre Guamán Poma, autor inca que escribió la Nueva corónica y buen gobierno, acerca  de la Conquista del Perú (1615). Y esto me recordó inmediatamente a nuestro muy querido y venerado teólogo Gustavo Gutiérrez, quien nos regaló su Teología de la Liberación junto con muchas otras obras profundas, espirituales y fecundas. Pero una en especial me recordó a Guamán Poma, su obra sobre Bartolomé de Las Casas, “En búsqueda de los pobres de Jesucristo”.

Advertí de inmediato el puente que se estableció entre Bartolomé de Las Casas, Guamán Poma y Gustavo Gutiérrez. Tanto, que Gustavo Gutiérrez acabó siendo dominico, igual que su antecesor: Fray Bartolomé de Las Casas. Pero el recuerdo va más allá, porque Bartolomé de Las Casas fue el primer obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, diócesis donde laboré 17 años, pero con la cual he estado siempre en contacto por más de 22 años en una misión. Ahora participaré en la Ordenación de ocho diáconos indígenas permanentes de mi pasada parroquia, Santa Catarina, en Pantelho’, Chiapas.

Ahí Fray Bartolomé, siguiendo a Montesinos, denunció todos los atropellos e injusticias que los españoles cometían contra los pueblos originarios, contra los indígenas. Por eso pronto los criollos y españoles lo corrieron. Pero él siguió denunciando ante el rey de España toda la injusticia que se estaba cometiendo contra los indígenas y así logró conseguir, con aprobación del Rey, las Leyes Nuevas que se expedían el 20 de Noviembre de 1542. Estas Leyes protegían más a los indígenas y exigían se terminara la esclavitud a la que prácticamente estaban sometidos los indios por toda América Latina y El Caribe. De 1540 a 2000 van a pasar por San Cristóbal de Las Casas algunos obispos profetas hasta llegar a Don Samuel Ruíz García, valiente profeta y pastor, caminante en una enorme diócesis sin carreteras ni infraestructura ninguna con el que tuve el don de trabajar por más de dos años.

Pero volviendo a Guamán Poma, escribió la historia de la conquista del Perú, pero al revés. Es decir, contradijo abiertamente en su obra por escrito y con dibujos, lo que la historiografía contemporánea narraba sobre dicha conquista del Perú (Acosta, Historia natural y Moral de las Indias). Se apoyó en Fray Bartolomé de Las Casas, en Fray Luis de Granada, en Agustin de Zárate, en la Biblia y en otros reconocidos autores, para negar lo que los españoles escribían. Ahora, en la obra de Guamán Poma, Corónica de la conquista y buen Gobierno, los malos y pecadores son los españoles, porque conociendo los mandamientos de la Ley de Dios, no los cumplen; y porque conociendo el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, no lo siguen. Son adoradores del dinero y van en su búsqueda como si fuera su alimento. Tanto que los indígenas pensaban que los españoles comían oro y plata.

A la luz de la obra de Guamán Poma, pienso que muchas otras historias de las que nos hemos alimentado durante años, se podrían reescribir. Siempre la historia fue escrita por lo vencedores, pero esta vez fue escrita por uno de los vencidos que se dio el trabajo de investigar durante 30 años, recorriendo todo el Perú y recogiendo lo que le contaban su padre y los pueblos mismos en su sufrimiento y sometimiento. Guamán Poma pertenecía a la aristocracia incaica por su madre, pero él prefirió escribir su procedencia de su padre, el Yarovilca Allauca Huanoco autoridad importante andino, aún antes de los incas “usurpadores de las épocas más recientes”.

En todo caso, la obra de Guamán Poma es una obra ingeniosa, nueva y profética. 

Citas

1 ADORNO, Lorena, GUAMAN POMA, Literatura de Resistencia. SIGLO XXI. México 1991.