La Iglesia en la siempre-nueva encrucijada

26 de Noviembre de 2021

[Por: Francisco Bosch | Bendita Mezcla]




Día 4 de la Asamblea

 

Ven, Espíritu Santo.

Tú que suscitas lenguas nuevas

y pones en los labios palabras de vida,

líbranos de convertirnos en una Iglesia de museo,

hermosa pero muda, con mucho pasado y poco futuro.

Oración de Francisco para Sínodo de Sinodalidad

 

 

Concretísimo nuestro Universal: De Roma y Nuestramérica

 

En el día encomendado a ‘purificar la intención’, en una jornada que no tuvo trabajo de grupos, la presencia Romana se hizo notar: dos cardenales de la Curia llegados ayer, intervinieron en la mañana y Emilce Cuda dio testimonio en la tarde.

 

El objetivo era poner en relación la actual Asamblea del pueblo de Dios en NuestrAmérica con el Sínodo sobre la sinodalidad. 

 

En ese escenario, Mauricio López dejó planteada una tensión de nuestro ser ‘católicos’ (universales), que permanece en el tiempo: el dialogo entre depositum fidei y sensus fidei, entre Tradición y territorio creyente como lugar teológico. 

 

El Universal Concreto, el Verbo hecho Carne en Palestina, es el corazón de esa tensión de un Dios que se hace comunidad en el tiempo y que al mismo tiempo es el Señor que conserva la unidad más allá del tiempo, de una organización creyente que vence al tiempo. 

 

Ir hacia una Iglesia Policéntrica tensionará hacia la diversidad el camino de unidad, en una tensión necesaria, que correrá ineludibles riesgos. Si no hay tensión, es unidad coreografeada y de eso ya hemos vivido en los fuertes inviernos eclesiales. 

 

 La hermana Liliana Franco hizo un aporte vibrante, como mujer y religiosa, que vuelve a poner el acento en el rostro particular de este desafío universal de encarnar la fe. Hay un desafío que traslucen sus palabras: la comunión es posible si hay un tejido de vínculos que la sustenten. 

 

El cardenal Charles Maung Bo, de Myanmar, habló en español. Hizo él el puente para arrimarse a este lado del mundo, y dijo algo pequeño pero significativo: ‘este encuentro hace recordar a Medellín, América Latina siempre pionera’. La fe en NuestrAmérica encontró algunas de sus singularidades en los últimos 50 años y esos regalos del Espíritu están siendo al servicio de la Iglesia toda. 

 

Poner a la periferia en el centro cambia las cosas de lugar. Quizás el próximo papa tenga que traer la riqueza de Asia, y así hasta todos los confines. 

 

Preguntar por la cualidad: la primacía de la unidad

 

si-no-da-li-dad”. ¿Ustedes saben cuánto le cuesta a un gringo decir esa palabra?,  ¡es muy difícil!, a nosotros también nos cuesta eh, sinodalidad, ya pronunciar la palabra, es complicado.

El Papa Francisco, lo dijo de una manera mucho más fácil, casi porteña diría yo, casi de tango: “O nos unimos, o nos hundimos”, esa la entienden todos.

Emilce Cuda, en la ronda de testimonios de hoy

 

En enero El Salvador y NuestrAmérca estarán de fiesta. Tendremos nuevos beatos mártires. Uno de los hombres asesinados es una especie de ‘Juan el Bautista’ de Romero. Ese hombre, compañero de Jesús de profesión, decía que ‘nos salvamos en Mazorca’. 

 

La unidad no es a cualquier precio, ni con cualquiera: la unidad es para salvarnos, para liberarnos, que la tradición semita es lo mismo.

 

El papa plantea su reforma interna con un encuentro sobre una cualidad: la sinodal-idad. El sufijo que denota cualidad en una palabra que marca el tiempo de encuentro que propone. Desde su nombre, en su método, en su oración de convocatoria, en cada detalle, queda clara la centralidad de esa cualidad en el corazón de la Iglesia para Francisco y la centralidad de despertar procesos sinodales para una Iglesia del siglo XXI.

 

Se vienen tiempos de tensión en la iglesia católica en la última etapa del pontificado de Francisco. Se vienen tiempos de conflicto hacia el sínodo de la sinodalidad. Servirá aquella máxima de la unidad superior al conflicto, pero más servirá la lógica subyacente: no prender todo fuego a la primera diferencia, no esconder la diferencia, cocinar juntos un desborde creativo que nos haga más hermanos.

 

La revolución será a las carcajadas (o no será)

 

Los jóvenes auto-gestionaron un encuentro entre juventudes asambleístas. Resulta que el Celam había enviado el mail a casi todo el mundo y se conectaron jóvenes y otros con una gran juventud acumulada. 

 

Nos dividimos en grupo para conocernos. Entre los hermanos de pelos blancos mezclados con jóvenes, en mi grupo estaba “Maxi” Margni. Luego de presentarnos todos, cuenta, mientras nos despedimos, entre risas nos cuenta: cuando era joven nos colábamos en las fiestas de 15. Hoy me sentí un poco colado, pero está fiesta estaba mas o menos, no había ni para comer ni para beber. Nos reímos, era un obispo que no tomaba enserio su presencia, estaba mezclado, ‘colado’, escuchando. 

 

Ese chispazo de risa me hizo pensar en dos cosas: el desafío de la intergeneracionalidad no está en el centro de la agenda y es nuclear. EL peligro de poner a los jóvenes a refrescar el rostro de la iglesia cantando, bailando y relajeando, es continuo. Lavarle la cara sin tocarle el corazón. 

 

Al otro lado, el desafío profundo de construir la revolución a las risas. Gali lo dijo ayer: la alegría es una idea transversal del magisterio de Francisco. Yo diría, la alegría es el signo de todas las cosas que mueve el amor. Francisco lo sabe y por eso se ha dejado tomar por la alegría, para no tomarse tan enserio. Antaño no era así, como nos pasa a muchos de nosotros. Las juventudes también tenemos el peligro de tomarse demasiado enserio y morir, y matar, del aburrimiento. 

 

Hay en lo inter, en el cruce de caminos, una posibilidad de modificar el siguiente paso, de continuar el camino de una forma insospechada hasta esa encrucijada. Hay que salir, caminar y sonreír a la intemperie del cruce. Por menos de eso, no vale la pena moverse de Roma. 

 

Francisco Bosch 

Asambleista por Bendita Mezcla

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