07 de Noviembre de 2021
[Por: Juan Manuel Hurtado López]
El Papa Francisco ha convocado a un Sínodo de los obispos. Y justamente el titulo de dicho Sínodo nos da el contenido y el método que quiere el Papa para dicho Sínodo: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión.
Francisco quiere que éste sea un proceso sinodal en el que participe todo el Pueblo de Dios, que sea una verdadera escucha a todos los bautizados y bautizadas, sobre todo, que sea una escucha a los últimos de la sociedad, a los marginados, a los insignificantes, al hombre y a la mujer de la calle, a los pueblos originarios, a los campesinos, a quienes viven en los cinturones de miseria de las grandes ciudades. Pero también que se escuche a los profesionales, a los universitarios, a los jóvenes, a las mujeres, a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas.
Esta primera fase de escucha arrancó los días 9 y 10 de octubre con la apertura del Sínodo que hizo el Papa Francisco en Roma y el día 17 en todas las diócesis del mundo y sus similares en las Iglesias orientales o de otros ritos diferentes al Rito Romano. Se hará la síntesis de la escucha en abril de 2022 para luego elaborar el Instrumentum Laboris 1. De ahí se indica que se haga reuniones presinodales regionales, continentales, de tal manera que se llegue a tener siete documentos finales de dichas asambleas hacia marzo de 2023. Con estos insumos se elaborará el Instrumentum Laboris 2 en Junio de 2023, para realizar así el Sínodo de los obispos en octubre de 2023.
El objetivo de esta primera fase de octubre a abril de 2022, es: “escuchar, participar, dialogar, discernir y contribuir”. Este caminar juntos ya es un signo profético, apunta lo que debe ser siempre la Iglesia: caminar juntos, ser sinodal.
Para esto, la secretaría del Sínodo emitió dos documentos: El Documento de Trabajo y el Vademecum, que es una guía práctica de cómo hacer la consulta, la escucha al Pueblo de Dios.
El Documento de trabajo tiene cuatro partes: 1. La llamada a caminar juntos, 2. Una fundamentación bíblico-teológica en la que trata el tema de los actores: Jesús, los apóstoles la multitud (y un actor que se entremete: el maligno que pone trabas y desvíos); 3. En la escucha de las Escrituras, trata el episodio de Cornelio y Pedro, y 4. Pistas.
Podemos distinguir en todo el documento de trabajo tres ejes fundamentales de la sinodalidad de la Iglesia: a) el estilo con el cual la Iglesia vive y actúa ordinariamente, b) el plano de las estructuras y de los procesos eclesiales, y c) el plano de los procesos y eventos sinodales en los cuales la Iglesia es convocada por la autoridad competente.
Y al final el Documento de Trabajo señala diez núcleos temáticos a profundizar: Los compañeros de viaje, Escuchar, Tomar la palabra, Celebrar, Corresponsables en la misión, dialogar en la Iglesia y en la sociedad, Con las otras confesiones cristianas, Autoridad y participación, Discernir y decidir y Formarse en la sinodalidad.
Creo que tanto el Documento de trabajo como el Vademecum, nos ofrecen valiosos elementos e iluminaciones para avanzar como Iglesia en la sinodalidad. Se siente frescura al leerlos, se siente el hálito del Espíritu que quiere llevar a la Iglesia por rumbos nuevos y siempre antiguos, ya que siempre la Iglesia desde sus inicios así la quiso Jesús: Una Iglesia en camino abierta a la misión, a salir hacia las periferias, hacia otros pueblos y culturas, hacia y con los pobres y despreciados de la sociedad. Así lo escribe Pablo en sus cartas.
Por los pronto tenemos una tarea: a caminar juntos en la escucha del Santo Pueblo de Dios.
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