04 de Octubre de 2021
[Por: Eduardo de la Serna]
En tiempos bíblicos, las deudas eran un tema importante. Por ejemplo, si se contrataba a un jornalero, la norma era muy estricta: se debe pagar ese mismo día antes que se ponga el sol. Porque él depende del salario (Dt 24,15). Si alguien ha estafado a otro, debe confesar públicamente su delito y restituir inmediatamente lo adeudado a lo que debe añadir un 20% más (Núm 5,7). De hecho, afirma san Pablo, “al que trabaja, el salario no se le cuenta como favor sino como deuda” (Rom 4,4). Sin embargo, Jesús tiene, sobre este tema, un planteo muy firme y claro: “el perdón”…
Descargue el artículo.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.