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DESEMPLEO Y PRECARIEDAD EN EL TRABAJO: EL ROSTRO MODERNO DE LA ESCLAVITUD. UN DESAFÍO PARA LAS PASTORALES URBANAS

El derecho al trabajo es fundamental en la vida de las personas. El trabajo es garantía del salario y propicia el ejercicio de la creatividad y de la autoformación. Buena parte de lo que somos proviene de nuestra experiencia del trabajo. Por medio de él vivimos el compartir, el aprendizaje profesional, los conflictos laborales, confrontamos las ideas, establecemos valores y relaciones con personas diferentes entre sí. El hecho de trabajar va más allá de recibir un salario y asegurar el propio sustento o el de la familia. Define a la persona socialmente y da sentido a su vida. Si se impidiera a las personas trabajar, se afectaría algo esencial en sus vidas. En el trabajo se experimenta también la explotación, que se traduce en el enriquecimiento de pocos a costa del sudor de muchos. Hay extremos en que aún persisten formas de trabajo esclavo. 

La historia muestra una lucha persistente por condiciones de trabajo dignas, remuneración justa, por el derecho a la organización sindical, a contratos colectivos, a descanso, vacaciones y momentos de ocio, seguridad social y jubilación. La historia reciente muestra sin embargo, retrocesos en este campo. Bajo el pretexto de “flexibilización” de las leyes laborales, somos testigos de la pérdida de diferentes derechos, de la precarización del trabajo, de la informalidad y del crecimiento del desempleo, que se volvió estructural, dificultando a los jóvenes el acceso a su primer empleo. 

La tercerización del trabajo, se volvió un medio por el cual las empresas y el Estado mismo, se eximen de sus responsabilidades sociales y laborales, y ese hecho desemboca en la “uberización” forzada. En la práctica, el llamado “ser emprendedor por uno mismo”, es un fenómeno que se da a costa del trabajador, en medio de una inseguridad total y de lo volátil del mercado de trabajo. Por otro lado, persiste la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, entre blancos, indígenas, mestizos y negros. 

Dentro del sistema capitalista vigente, que explota los derechos de los trabajadores, los países ricos hacen de las naciones del tercer mundo, una reserva de producción de objetos para su consumo, en condiciones de trabajo a menudo precarias, incluido el trabajo esclavo, como forma para maximizar su lucro a costa de los más pobres. Existe muy poca o ninguna inversión de los gobiernos en políticas públicas por un trabajo digno con salarios justos, sobre todo en relación a los jóvenes que procuran su primer empleo. 

Esta es una realidad que debería preocupar a las pastorales urbanas que ven, en el día a día, cada vez más personas sin rumbo y sin condiciones de cuidad de sus familias y de sí mismos. De este modo, los movimientos sociales con su militancia política, sindical y social, y las iglesias y sus pastorales, están llamados a tomar conciencia de esta realidad y a interpelar a la sociedad y a los poderes públicos sobre los peligros y la pérdida de derechos conquistados a lo largo de décadas, y del desempleo prevaleciente, que hace caer la culpa del fracaso en la búsqueda de un trabajo sobre el propio trabajador. 

La situación se agrava mucho más ahora, en estos tiempos de pandemia por el COVID-19. Lo que ya era necesario se vuelve urgente. La precariedad del trabajo es consecuencia de este modelo de organización social y eso conlleva consecuencias graves para la mayoría de la población. La pandemia desveló una crisis existente en todas las áreas sociales y tendrá fuertes impactos en relación a la economía y al mundo del trabajo. 

El Curso Latinoamericano de Formación Pastoral 2021 propone estudios y debates sobre estos temas, en busca de un posicionamiento crítico frente al actual sistema de producción capitalista que excluye, margina y empobrece cada vez a más personas, que se convierten en una masa trabajadores para acrecentar el afán de lucro de un pequeño grupo que se enriquece cada día más a costa de la explotación de la mano de obra, sin ninguna garantía de derechos laborales y de seguridad social. 

El curso propone también la reflexión sobre las causas de la “no percepción” del sistema de explotación de la mano de obra, naturalizado a partir de la propaganda constante de los medios, patrocinados por el poder político y económico dominante en la sociedad. Se vende como el “ser emprendedores” lo que realmente son formas más sofisticadas de explotación. También hay que reflexionar sobre la salud de los trabajadores (formales e informales) y sobre los protocolos de prevención al contagio por el COVID-19. 

Aún en su formato “en línea”, el curso procura mantener los principales elementos constitutivos de la Metodología de la Educación Popular, poniendo énfasis en la participación de cada cursista en los procesos de enseñanza-aprendizaje, según la pedagogía de Paulo Freire. Se podrá énfasis en el trabajo de sistematización de experiencias en toda América Latina y el Caribe, acerca de las diferentes formas y desafíos impuestos por el sistema, especialmente en estos tiempos de pandemia. 

INSCRIPCIONES 

Valor: 250 reales brasileños / 50 US dólares (otros países) 

Inscripciones: por medio de la página del CESEEP: www.ceseep.org.br 

Información: www.formacaopastoral@ceseep.org.br / ceseep@ceseep.org.br 

Forma de pago: Por medio de la clave PIX o por transferencia bancaria 

1. Clave PIX = administracao@ceseep.org.br 

2. Transferencia bancaria: Banco Itaú S/A: Agencia: 0251 Contra corrente: 34.307-5 

CNPj: 52.027.398/0001-53 

Enviar comprobante de depósito por correo-e para: formacaopastoral@ceseep.org.br o para WhatsApp +55 11 99325 5961.

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