Análisis de Amerindia Chile en relación a las elecciones para una convención constitucional

19 de Mayo de 2021

[Por: Manuel Hidalgo | Amerindia Chile]




Las elecciones en Chile para una Convención Constitucional, a pesar de que fueron convocadas conforme a una ley -la 21.200- que restringe el marco de su soberanía (estableciendo que tanto el Reglamento que norme su funcionamiento, como los acuerdos que se incorporen al texto de la Nueva Constitución deberán adoptarse con un acuerdo mínimo de 2/3 y que, por otra parte, no podrán desconocerse los Tratados Internacionales suscritos precedentemente por el Estado de Chile, lo que podría pretenderse incluya los Tratados de Libre Comercio, que maniatan seriamente la soberanía económica y financiera de Chile), ciertamente han sido un hecho histórico. 

 

En Chile, ninguna de sus Constituciones ha sido fruto de una Asamblea Constituyente electa democráticamente por sus pueblos. Todas las Constituciones han sido elaboradas por Comités designados desde el poder político de la élite gobernante en cada momento de su historia. Y aunque ésta no sea, en principio, una Asamblea Constituyente libre y soberana, cabe esperar que una vez electa se ponga en tensión por la mayoría de los constituyentes estas restricciones. Por otra parte, es un cuerpo constituyente que se ha elegido paritariamente entre hombres y mujeres y con 17 representantes de sus pueblos originarios. En los hechos, de sus 155 integrantes, 78 son varones y 77 mujeres.  A la elección concurrieron en definitiva el 43,35% de las personas con derecho a votar. Resulta decidor que los porcentajes de participación más bajos se dieron en las comunas más empobrecidas, en las que la desconfianza en los cambios que se puedan lograr electoralmente es más fuerte. Desconfianza razonable por la historia de los pasados 30 años y por el nivel de limitaciones que se puso para los nuevos actores independientes del sistema político y que hacían presagiar una limitada representación de ellos en el cuerpo constituyente.   

 

Esta convocatoria, -es fundamental hacerlo presente-, sólo ha sido posible gracias a la rebelión popular que se inició el 18 de octubre de 2019. Ese proceso forzó al sistema político a conceder este proceso constitucional como forma de restablecer la gobernabilidad y encauzar la demanda de cambios profundos exigidos por la ciudadanía. 

 

Los resultados electorales de este fin de semana, a pesar de las restricciones que se dieron para este proceso -sobre todo en cuanto a la Convención Constitucional- y que limitaron la participación de la población, han cambiado el panorama político en Chile, dando un importante respaldo a los independientes y a las fuerzas políticas y sociales transformadoras. Al tiempo que han hundido a la derecha y a la vieja ex-Concertación. La derecha quedó lejos del tercio que le permitiría vetar, sólo obtuvo el 24% de los escaños.  Y la DC sólo obtuvo un constituyente. Pero seguirá siendo fundamental la participación más amplia del pueblo, desde la base, desde su acción en todos los terrenos, para que el proceso no se enrede o se circunscriba a lo institucional.

 

Aunque la Coordinadora Nacional de Inmigrantes levantó mi candidatura, no he resultado elegido. Con toda franqueza, no esperaba serlo tampoco, dada la poca exposición mediática que tuve en todo el proceso electoral, siendo un portavoz de las comunidades migrantes. De todas maneras, para la causa de la población migrante, las alianzas y compromisos que hemos logrado con 37 de los constituyentes electos nos permitirán que el tema de sus derechos, del derecho a migrar, de la interculturalidad, de la igualdad de derechos de los migrantes residentes con los nacionales, sea considerado en el texto de la nueva Constitución.  

 

En las elecciones de alcaldías, las fuerzas de la izquierda han logrado imponerse en la mayoría de las comunas más grandes del país. 

 

En suma, se ha abierto un escenario en el que se han fortalecido procesos de unidad de movimientos sociales independientes y de fuerzas políticas de izquierda que van a ir confluyendo en lo que puede ser la gestación de un nuevo movimiento popular chileno del siglo XXI, que dispute en los distintos espacios y terrenos de la lucha el destino histórico de Chile. Aunque será un proceso que tomará aún algunos años, a mi juicio. 

 

Un abrazo, 

 

Manuel Hidalgo

 

Imagen: http://revistadefrente.cl/ideas-y-propuestas-para-la-disputa-constitucional-y-constituyente-en-chile/ 

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