Durante el aislamiento social: qué leer y cómo leer (2)

30 de Marzo de 2021

[Por: Leonardo Boff | Texto en español y portugués]




En el artículo anterior presentamos la Biblia judeocristiana como una excelente lectura para la reflexión y la meditación durante estos tiempos penosos de aislamiento social.

 

Ahora sugiero otro libro La imitación de Cristo y el seguimiento de Jesús. El libro de la Imitación de Cristo ha sido el más leído en la cristiandad después de la Biblia. De él se han hecho más de dos mil ediciones. Solamente en el British Museum existen cerca de cien mil ejemplares.

 

El autor es Tomás de Kempis (1308-1471), un maestro de novicios (aquellos que se preparan para entrar en una Orden o Congregación religiosa) durante toda su vida. Resumió las clases que daba a estos jóvenes, según la espiritualidad de la época, que era la Devotio Moderna vivida en los claustros, pero también entre los laicos. Esta espiritualidad se caracterizaba fundamentalmente por la búsqueda seria de la vida interior, enfocada hacia el encuentro y el diálogo con Cristo, centrándose especialmente en su cruz, pasión y muerte. En ella separaban fuertemente Dios y mundo, espíritu y materia, tiempo y eternidad, con cierto menosprecio de las realidades terrenales, de sus atractivos y de sus placeres.

 

No obstante las limitaciones del dualismo, Tomás de Kempis, mejor que cualquier psicoanalista, entendió los laberintos más oscuros del alma humana, las solicitaciones del deseo, las angustias que produce, pero indicó también caminos de cómo enfrentarlos, confiados siempre en la gracia de Dios, en la misericordia de Jesús, en el completo despojamiento de sí mismo y el desapego de las cosas de este mundo.

Demuestra tener siempre los pies en la tierra. El tema del despojamiento de sí mismo y de todos los apegos del “yo” adquieren relevancia especial hasta el punto de atraer la atención de psicólogos como Sigmund Freud y Carl Gustav Jung, y también del filósofo Martin Heidegger. Aquí se encuentra el presupuesto para la perfecta libertad.

 

En el capítulo 5 del libro III hace el elogio del amor de una forma tan profunda, elegante e entusiasta, que se empareja con lo que san Pablo escribió sobre el amor en la Primera Carta a los Corintios (13,1-13). Busca siempre consolar al fiel en sus padecimientos, destacando la alegría inaudita de la intimidad con Cristo, y al final la recompensa que le está preparada en la eternidad.

 

Toda la Imitación de Cristo está dividida en cuatro partes (libros):

Recomendaciones útiles para la vida interior (I); Consejos para la vida interior (II); La consolación interior (III); El sacramento del altar (IV). La Imitación viene elaborada en pequeños tópicos. Jesús se dirige siempre de forma afectuosa: hijo mío, hija mía querida, hablando a la profundidad del alma.

 

El libro es tan inspirador que es práctica antigua de muchos cristianos abrir aleatoriamente el libro y leer uno de los tópicos. Cosa sorprendente: en general es una palabra iluminadora del problema que la persona está viviendo o sufriendo. Por eso es siempre leído y releído, a semejanza de un I-Ching, en el sentido de buscar luz para el camino.

 

En el esfuerzo de superar el dualismo propio de la época, y debido a la importancia de la Imitación para la espiritualidad de todos los tiempos, me dediqué a hacer una nueva traducción partiendo del original latino de 1441, con una particularidad: tomando como referencia la teología oficial del Magisterio pontificio, especialmente consignada en el Concilio Vaticano II (1962-1965) y también en los documentos oficiales de la Conferencia Latinoamericana de Obispos (CELAM), como los de Medellín (1968), Puebla(1979) y Aparecida (2007), que articulan el cielo con la tierra, la espiritualidad con la cotidianidad, intenté superar este dualismo. Manteniendo la intención original, puse una “y” donde Tomás de Kempis pone una “o”. Así, amar los bienes celestes sin despreciar los terrenales.

 

Para terminar, me atreví a añadir un quinto libro sobre el seguimiento de Jesús, más adecuado al cristianismo comprometido con la vida, la justicia y la dignidad de las personas. Si en la Imitación de Cristo se subraya especialmente la divinidad de Cristo, su misterio y su cercanía por el amor y la misericordia, en el Seguimiento se acentúa la práctica del Jesús histórico, sin por eso negar su dimensión divina, su sensibilidad con los que sufren y su actitud profética frente a la piedad farisaica de la época, insensible al grito de los oprimidos, y frente a la arrogancia de los poderosos.

 

Su propósito no fue crear una nueva religión con fieles piadosos, sino inaugurar el hombre y la mujer nuevos, comprometidos con la ética del amor incondicional y de la fraternidad sin fronteras.

 

Vertí mi texto con la visión que nos viene de las ciencias de la vida, de la Tierra y del universo, confiriendo contemporaneidad a nuestra experiencia de Dios (cf. edición de Vozes 2016). Es la Devotio Moderna del siglo XXI.

 

Vale la pena leer y meditar la Imitación de Cristo y el Seguimiento de Jesús pues puede reafirmarnos en el cuidado de la vida de todos los humanos y de la propia naturaleza.

 

Termino con una frase que abrí aleatoriamente y parece dirigida a nuestra situación. Allí estaba: “Busca tiempo adecuado para cuidar de ti mismo… es preferible quedarse en casa que estar en la calle sin el debido cuidado” (libro I cap.20).

 

*Leonardo Boff, teólogo y traductor de la Imitación de Cristo y autor de un V libro añadido: El seguimiento de Jesús, Vozes 2015.

 

Traducción de Mª José Gavito Milano

 

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Durante o isolamento social: o que ler e como ler (2)

 

Depois da Bíblia sugiro a leitura  do livro A imitação de Cristo e o seguimento de Jesus,  o mais lido na cristandade depois da Bíblia. Dele já se fizeram  mais  duas mil edições. Somente no British Museum existem cerca de mil. O autor é Tomás de Kempis (1308-1471),um mestre de noviços (aqueles que se preparam para entrar numa Ordem ou Congregação religiosa), durante a vida inteira. 

 

Resumiu as preleções que dava a estes jovens, no espírito da espiritualidade da época, que era a Devotio Moderna vivida nos claustros mas também entre os leigos. Esta espiritualidade se caracterizava fundamentalmente pela busca séria da vida interior, centrada no encontro e no diálogo com Cristo, focalizando especialmente sua cruz, paixão e morte. Ela separava fortemente Deus e mundo, espírito e matéria, tempo e eternidade, com certa depreciação das realidades terrestres,de suas atrações e de seus prazeres.

 

Não obstante as limitações do dualismo, Tomás de Kempis, melhor do que qualquer psicanalista, entendeu os labirintos mais escuros da alma humana, as solicitações do desejo, as angústias que ele produz, mas também apontou caminhos de como enfrentá-los, sempre confiados na graça de Deus, na misericórdia de Jesus, no completo despojamento de si mesmo e no desapego das coisas deste mundo.

 

Mostra ter sempre tem os pés no chão. O tema do despojamento de si mesmo e de todos os apegos do ego ganham relevância especial a ponto de terem atraído a atenção de psicólogos como Sigmund Freud e Carl Gustav Jung, como também do filósofo Martin Heidegger. Aqui se encontra o pressuposto para a perfeita liberdade. No capítulo 5 do livro III faz o elogio do amor de uma forma tão profunda, elegante e entusiasta, que se emparelha com o que São Paulo escreveu sobre o amor na Primeira Carta aos Coríntios (13,1-13). Sempre procura consolar o fiel em seus padecimentos, enfatizando a alegria inaudita da intimidade com Cristo, e por fim a grandeza da recompensa que lhe está preparada na eternidade.

 

Toda a  Imitação de Cristo vem dividida em quatro partes (livros): Recomendações úteis para a vida interior(I); Conselhos para a vida interior (II); A consolação interior (III); O sacramento do altar (IV). A imitação vem elaborada em pequenos tópicos. Jesus se dirige sempre de forma afetuosa: meu filho, minha filha querida, falando ao profundo da alma. O livro é  tão inspirador que é praxe antiga de muitos cristãos de abrir-se aleatoriamente o livro e ler um dos tópicos. Coisa surpreendente: em geral é uma palavra iluminadora do problema que a pessoa está vivendo ou sofrendo.Por isso que é sempre lido e relido,à semelhança de um I-Ching, no sentido de buscar luz para o caminho.

 

No esforço de superar o dualismo, próprio da época e devido à importância da Imitação para a espiritualidade de todos os tempos, dediquei-me em fazer uma nova tradução a partir do original latino de 1441, com uma particularidade: tomando como referência a teologia oficial especialmente consignada pelo Concílio Ecumênico do Vaticano II (1962-1965) e também dos documentos maiores da Conferência Latino-americana de Bispos (CELAM) como de Medellin (1968), de Puebla(1979) e de Aparecida (2007) que articula o céu com a terra, a espiritualidade com a vida cotidiana, tentei superar este dualismo. Mantendo a intenção original, coloquei um “e” onde Tomás de Kempis coloca um “ou”. Assim: amar os bens celestes sem no entando desprezar os terrestres.

 

Por fim ousei acrescentar um quinto livro sobre o Seguimento de Jesus, mais adequado ao cristianismo comprometido com a vida, a justiça e a dignidade do humilhados e ofendidos. Se na Imitação de Cristo se sublinha especialmente a divindade de Cristo,seu mistério e sua proximidade pelo amor e a misericódia, no Seguimento se acentua a prática do Jesus histórico, sem no entanto negar sua dimensão divina, sua sensibilidade para  com os sofredores e sua atitude profética contra a piedade farisaica da época, insensível ao grito do oprimido  e  contra a arrogância dos poderosos. Seu propósito não foi criar uma nova religião com fiéis piedosos mas inaugurar o homem e a mulher novos, comprometidos com a ética do amor incondicional, da fraternidade sem fronteiras e de uma abertura confiante ao Pai de ternura e de misericórdia. Vazei meu texto com a visão que nos vem das ciências da vida,da Terra e do universo, a nova cosmologia, conferindo contemporaneidade à nossa experiência de Deus (cf. edição da Vozes 2016). È a Devotio Moderna  do século XXI.

 

Vale a pena ler e meditar a Imitação de Cristo e o Seguimento de Jesus pois pode nos manter no cuidado da vida de todos os humanos e da própria natureza.Termino com uma frase que parece dirigida à  nossa situação e que abri aleatoriamente. Lá estava: “Procura o  tempo adequado para cuidar de ti mesmo…é preferível ficar em casa do que estar na rua sem o devido cuidado” (livro I cap.20).

 

 

Leonardo Boff, teólogo e tradutor do latim medieval da Imitação de Cristo e autor do acréscimo, o V.livro: O seguimento de Jesus, Vozes 2015.

 

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