19 de Marzo de 2021
[Por: Tere y Luis Van de Velde | CEB]
Jesús conocía la escena bíblica de los tres visitantes que llegan a la tienda de Abrahán (Gen 18,1-5). Abrahán les da la bienvenida y les ofrece agua para que puedan lavarse los pies. Lavar los pies de otro, no era tan común y corriente. Si se daba en circunstancias especiales era el trabajo del esclavo, o el discípulo lavaba los pies de su maestro para expresarle su adhesión, su afecto. Jesús estaba reflexionando al respecto…
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