09 de Febrero de 2021
[Por: Luis Miguel Modino | Religión Digital]
Ser una iglesia samaritana, que acoge a quien está tirado al borde del camino. La iglesia brasileña siempre ha estado atenta a la realidad de los migrantes venezolanos, un trabajo que comienza en Pacaraima, en la frontera norte del país, de donde los recién llegados al país pasan a Boa Vista, capital del estado fronterizo de Roraima, para después irse adentrando en el resto del país, en lo que es conocido como “proceso de interiorización”…
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