[Por: Tere y Luis Van del Velde | CEB]

… La experiencia histórica nos ha enseñado que en cada nueva etapa o en cada ronda electoral se proclama que la situación donde se ha llegado es realmente fatal y desastrosa, y la responsabilidad cae sobre el adversario político.  Al mismo tiempo se promete un futuro de las tres mil maravillas, que pronto diluyen en lo que se pudo hacer o se quiso hacer, y muchas veces dañadas por la corrupción.  En El Salvador, en estos momentos, estamos en una nueva etapa con esas dos dinámicas.  No pocos piensan que estamos en “un callejón sin salida” , otros siguen confiando en los liderazgos que ya han tenido la oportunidad de aportar para la transformación de la sociedad y que no lo hicieron, y otros piensan que hay que confiar ciegamente en las nuevas ofertas.  Todos corremos el riesgo de volver a ser frustrados y sentirnos decepcionados…

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