[Por: Tere y Luis Van de Velde | CEB]

En la última cita del capítulo “La Verdad” en el librito “El Evangelio de Monseñor Romero”, nos presenta varias tareas para que seamos Iglesia auténtica con una identidad evangélica bien definida. “Llamar a la injusticia por su nombre”. No basta hablar en términos generales sobre la injusticia.  Es necesario hablar desde las víctimas (las y los explotado/as).  Es necesario señalar la realidad de la injusticia concreta. Es necesario mencionar con su nombre y apellido a las personas (y sus empresas) que son los victimarios de la injusticia económica con sus consecuencias sociales. Por ejemplo, con la injustica de la zona valle de Ángel, se trata de la destrucción del medioambiente, los victimarios son la familia Dueñas y sus colaboradores son todos aquellas instancias estatales que han dado los permisos, las víctimas (que quedarán con grandes restricciones o sin agua) son los pobladores de los pueblos vecinos y gran parte del norte de San Salvador)…

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