[Por: Tere y Luis Van de Velde | CEB]

En El Salvador actual, no son las instancias del estado que torturan, matan o masacran, sino toda esa violencia letal viene de las pandillas y lo relacionado con ellas. Sin embargo los encierros por la pandemia han sido espacios donde el machismo se desarrolló aún más violento en contra de las mujeres.  Sin embargo al releer esta cita de Monseñor Romero no podemos evitar pensar en las decisiones del señor Presidente “para que se subyuguen los hombres al poder”.  Su decisión de aumentar la militarización de puntos ciegos en la frontera con Honduras, impidiendo que las familias de la zona tengan acceso a sus terrenos en los bolsones que después del Acuerdo de La Haya quedaron en Honduras, es una muestra de un presidente que quiere subyugar a la gente sencilla al poder que representa.  No se puso a escuchar las denuncias de la población con sus alcaldes acerca de violación de los DDHH de parte de militares, acerca de la ocupación militar de escuelas y centros comunitarios, de arbitrariedades cometidas a los vecinos…   Más bien los acusó de contrabando y tráfico de drogas.  El poder hace ciego y sordo…

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