17 de Noviembre de 2020
[Por: Gustavo Espinoza]
No es la primera vez que ocurre en América Latina. Lo vimos antes. A través de una “destitución parlamentaria” se derrocó en Paraguay a Fernando Lugo, y más recientemente, en Brasil, a Dilma Rousseff. En ambos casos –como ahora- se usó el mismo argumento: cambiar a un mandatario porque se le considera “incapacitado moralmente”. En las acciones golpistas, verdaderas mafias que encubren sus zafios propósito tras encumbradas palabras…
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