13 de Noviembre de 2020
[Por: María José Encina Muñoz]
Hace sólo algunas semanas realizando un trabajo de síntesis sobre el libro del Génesis, cometí un error, uno grave, y que creo que no nos pasa a pocos, a pocas. Cuando escribí sobre la misericordia de Dios en la constitución del Pueblo de Israel, no nombre a ninguna mujer. Es como si Sara, Rebeca, Agar, Raquel, hubieran desaparecido de mi conciencia, y realmente, en cierto modo si desaparecieron, las tenía profundamente en mi corazón, pero no me parecieron significativas para colocarlas en mi trabajo…
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