03 de Noviembre de 2020
[Por: Tere y Luis Van de Velde | CEB]
Cuando Monseñor Romero se topó frontalmente con la miseria del pueblo salvadoreño, en la diócesis Santiago de María (1975-1976) y desde su fe enraizada en la experiencia bíblica, sabía que el grito de las y los pobres era grito de Dios mismo, que Dios escucha el grito de su pueblo y que ve como lo humillan en la explotación. Tantas veces había leído el relato del Éxodo…
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