Por la senda de las epistemologías del sur contra la injusticia social y cognitiva

23 de Octubre de 2020

[Por: Juan José Tamayo]




Coincidiendo con el rebrote del coronavirus y dentro del nuevo confinamiento para proteger la salud física y mental –ambas inseparables– he vuelto a leer los textos de mi amigo y colega Boaventura de Sousa Santos sobre las Epistemología del Sur, que constituyen la crítica más certera y mejor fundamentada de la injusticia cognitiva que el Norte global comete con las culturas, cosmovisiones, espiritualidades, saberes y sabidurías de los pueblos originarios y de aquellas formas de vida y de conocimientos que no se corresponden con los patrones epistemológicos del Norte global.

 

Creo que las Epistemologías del Sur constituyen una de las más importantes y creativas aportaciones interdisciplinares contra-hegemónicas en los diferentes campos del saber: ciencias sociales, jurídicas y políticas, filosofía, antropología, derecho, religión, etc. Su creador es el referido científico social Boaventura de Sousa Santos, catedrático jubilado de la Facultad de Economía de la Universidad de Coimbra (Portugal) y director del Centro de Estudios Sociales de la misma universidad, que ha revolucionado las disciplinas antes citadas, así como la actividad socio-política y económica y el mundo académico, al tiempo que está ejerciendo una extraordinaria influencia en las investigaciones decoloniales.

 

Santos cuenta con un equipo de colaboradores y colaboradoras de diferentes disciplinas con quienes ha publicado varias obras colectivas en las que incorpora a algunos de los más prestigiosos cultivadores de los estudios decoloniales, los estudios de la subalternidad, el proyecto modernidad-colonialidad, los feminismos decoloniales, etc. Entre las personas investigadoras más vinculadas a su proyecto destaco a María Paula Meneses, coeditora de Epistemologías del Sur. Perspectivas (Akal, 2014), Bruno Sena, codirector de El pluriverso de los derechos humanos. La diversidad de las luchas por la dignidad (Akal, 2019) y Antoni Aguiló, coautor de Aprendizajes globales. Descolonizar, desmercantilizar y despatriarcalizar desde las epistemologías del Sur (Icaria y Antrazyt, 2019). Me cabe el privilegio de formar parte del grupo de investigadores del Proyecto ALICE, que dirige Boaventura, y de participar en varios de los Congresos celebrados en la Universidad de Coimbra y onras colectivas publicadas en catellano por la editorial Akal.  

 

Estoy leyendo su libro reciente El fin el imperio cognitivo, publicado por Trotta en 2019, En él entiende las Epistemologías del Sur no en el sentido convencional del término de teoría del conocimiento, sino destacando la dimensión cognitiva de las luchas de resistencia contra la opresión y el reconocimiento de sus protagonistas como Tampoco entiende el conocimiento como una actividad autónoma, sino como un instrumento de crítica e interrupción de las políticas dominantes y de los conocimientos que las sostienen. No pretende sustituir las epistemologías del Norte por las del Sur, ni borrar sus diferencias, sino superar y borrar la dicotomía jerárquica entre el Norte y el Sur, es decir, las jerarquías de poder que impone el Norte al Sur en todos los terrenos, y, en nuestro caso, en el del conocimiento.   

 

Las Epistemologías del Sur cuestionan la colonialidad del poder y del conocimiento como instrumento fundamental para mantener y reforzar las opresiones producidas por el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado. Deconstruyen el colonialismo como forma de sociabilidad basada en la naturalización de la inferioridad étnico-cultural, e, incluso, ontológica, del otro, que pervive tras la independencia política de las colonias europeas. Promueven la pluriversalidad frente al universalismo abstracto, que se traduce en racismo epistemológico. Validan los conocimientos basados en las experiencias de resistencia de los grupos sociales víctimas de la injusticia, la opresión y la destrucción de la naturaleza.

 

Las epistemologías del Sur son la expresión de la lucha por la dignidad contra un doble desperdicio: el intelectual y el político, y contra una doble injusticia: la social y la cognitiva, ambas inseparables, ya que no existe justicia social sin justicia cognitiva, ni justicia económica sin justicia ecológica. Desafían a las epistemologías del Norte en dos niveles: reconocen la validez de los conocimientos y los modos de saber no valorados por las epistemologías dominantes y transforman a los sujetos ausentes en sujetos emergentes.

 

La confianza de las epistemologías del Norte en la ciencia radica en tres elementos: la objetividad, la neutralidad y la indiferencia contextual. Santos, por el contrario, considera la neutralidad un “dispositivo ideológico en una sociedad dividida en opresores y oprimidos”, que se traduce en una opción por los poderosos y opresores (p. 77). Cree imposible la neutralidad de la ciencia e incluso llega a calificarla de inmoral, citando el testimonio de A. An-Na’im: “Es inaceptable que un académico africano dedique su atención al análisis académico distanciado sin intentar responder a las necesidades urgentes y al sufrimiento inaudito de africanos en todo el continente” (p. 77). 

 

Reivindica y revaloriza los conocimientos artesanales, que son los saberes prácticos, populares, vernáculos y, por tanto, diversos, pero con unas características comunes: la autoría es colectiva; no se producen por separado; emanan de la experiencia y están vinculados con prácticas sociales y políticas emancipadoras. En ese sentido Santos define las epistemologías del Sur como “caminos artesanales para futuros artesanales”. 

 

¿Significa esto rechazar los conocimientos de la ciencia moderna? Claro que no. Lo que se afirma es que ninguna forma de conocimiento consigue captar la diversidad inagotable del mundo, que todo conocimiento es incompleto y debe ser consciente de sus límites y de las ignorancias que produce. El rechazo se refiere a la arrogancia de la ciencia moderna en su pretensión de ser el único tipo de conocimiento válido (78-79). 

 

Boaventura cree necesario “levantar el peso pesado de la ciencia” (p. 78), integrar la ciencia en las ecologías de los saberes para que se convierta en un instrumento útil al servicio de las luchas contra la opresión y reconocer la relevancia de concepciones alternativas, no occidentales, de la ciencia. 

 

Juan José Tamayo es Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría”, de la Universidad Carlos III de Madrid. Sus últimos libros son: Teologías del sur. El giro descolonizador (Editorial Trotta) y ¿Ha muerto la utopía? ¿Triunfan las distopías? (Biblioteca Nueva)

 

 

Imagen: https://www.infolibre.es/noticias/cultura/2018/11/06/boaventura_sousa_si_izquierda_espanola_solo_discute_sobre_cuestiones_nacionalidad_nunca_estar_acuerdo_88494_1026.html 

 

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