[Por: Tere y Luis Van de Velde | CEB]

… A pesar de los grandes avances en la historia de la humanidad en cuanto a desarrollo tecnológico y científico, los avances en cuanto a “humanidad” nos quedan bien cortitos.  La destrucción del medio ambiente jamás ha sido tan masiva, tan acelerada y tan agresiva que, en nuestros tiempos, y esto a pesar de los gritos de la tierra en los movimientos ecológicos. La trata de personas, la venta de seres humanos como esclavos, la explotación sexual, el feminicidio, los asesinatos, el desaparecimiento de personas, la tortura, el genocidio (pueblos enteros), las guerras, y hasta la destrucción acelerada del mismo planeta que llamamos “tierra”, forman las noticias diarias en nuestros medios de comunicación.  La inversión mundial en armamento es un grito al cielo frente a los millones que sufren hambre y se mueren de hambre. El sistema económico en todos los países está construido sobre la explotación de la mano de obra barata de quienes trabajan y así poder enriquecer a unos cuantos. La pandemia que sufrimos ahora nuevamente desnuda (por si acaso no nos dimos cuenta) la horrible desigualdad de la sociedad.  El derecho fundamental al acceso a la alimentación básica y al agua (potable) ha sido convertido en mercancía.  “Los agentes del demonio” acaparan hasta lo más fundamental de la vida en este planeta... 

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