20 de Setiembre de 2020
[Por: Juan Manuel Hurtado López]
Hace años el gran sociólogo y científico social norteamericano Immanuel Wallerstein planteó los Sistemas-Mundo como interpretación del acontecer en el mundo. Y veía en el Foro Social Mundial (FSM) de Porto Alegre, Brasil, el espíritu del nuevo Sistema-Mundo que ya empezaba a amanecer.
Desde entonces muchas cosas han cambiado en el mundo. Llegó el papa Francisco con aires frescos e innovadores en la Iglesia y de cara al mundo, luego llegó la pandemia del coronavirus que ha afectado a toda la humanidad y muchas preguntas han surgido en todos los campos de la ciencia, de la vida y de la convivencia humana.
Lo que quiero subrayar en esta ocasión es un cambio en la geografía del pensamiento. Sin renunciar al FSM, quiero plantear que el pensamiento como propuesta de humanidad se ha expandido desde Porto Alegre hasta Roma, hasta la propuesta de humanidad que realiza el papa Francisco, muy en la línea de Francisco de Asís.
Si nos ceñimos tan sólo a unos cuantos documentos del Papa Francisco, descubrimos de inmediato esta expansión del pensamiento. Unas muestras de ello son su Exhortación apostólica “La Alegría del Evangelio” y lo que eso significa para la Iglesia como eje de ruta para la propuesta del Evangelio en estos tiempos y como libro de espiritualidad para el cristiano; su Encíclica Laudato Si’ sobre la ecología integral, sobre el cuidado de la creación y todas las intuiciones y líneas de acción que ahí nos señala el Papa Francisco; sus discursos a las organizaciones populares en diversas ocasiones en los encuentros mundiales de organizaciones populares; su Exhortación apostólica “Alegraos y regocijaos” sobre el llamado a la santidad de los cristianos.
Y, además, si nos atenemos a los innumerables gestos de Francisco en cuanto a su modo de vivir, de acercarse a los descartados de la historia; si nos atenemos a su fuerte palabra profética contra el actual sistema neoliberal capitalista, y si nos atenemos en lo que viene exponiendo sobre la nueva forma de vida después de la pandemia y que seguramente expondrá en su nueva Encíclica “Hermanos todos”, próxima a salir, entonces encontramos la propuesta de un pensamiento de gran consistencia y coherencia para otro tipo de sociedad que debemos empezar a construir y de otro Sistema-Mundo, en palabras de Immanuel Wallerstein, o el Buen Vivir de los pueblos andinos (lequil cuxlejal en tzeltal de los pueblos mayas).
Pero ¿qué es el Sistema-Mundo? Wallerstein lo define como
“una estructura con fronteras, grupos, normas que la legitiman y dan coherencia. Es un mundo lleno de conflictos que se mantiene en un estado de tensión permanente. Funciona como un organismo que experimenta cambios y que saca a relucir sus fuerzas o debilidades según las circunstancias”.
Immanuel Wallerstein plantea que a través de la historia se han sucedido varios sistemas-mundo. Es decir,
“sistemas totalizantes de largo plazo que se impusieron en todo un espacio geográfico histórico y trazaron los moldes de la vida, del comportamiento, de la economía, de la política, de las relaciones sociales, de la educación y de la religión. Configuraron todo un entramado de relaciones sociales.
Según Wallerstein y sus colegas, la crisis actual de carácter global es consecuencia de cambios fundamentales que atraviesan el sistema-mundo capitalista que emergió hace 500 años y que se ha expandido a escala mundial. De esto nos dan cuenta el calentamiento global, el daño a la naturaleza, la violencia, las guerras, las terribles desigualdades sociales, el hambre.
En una conferencia que dictó el Dr. Wallerstein en 1995, apuntaba algunos elementos que van configurando este futuro que ya empieza a amanecer.
“Creo que los movimientos hoy en día están buscando el apropiado balance de lucha entre las batallas inmediatas (después de todo las personas viven en el presente) y luchar por transformar el sistema en algo más moral, más igualitario y más democrático (una lucha sobre el futuro).
A este nuevo Sistema-Mundo, que ya empieza a aparecer como la ola que se va formando en el mar con millones de gotitas, apuesta Francisco. Su condena al sistema neoliberal capitalista es expresa y valiente. Ha dicho el Papa, retomando la expresión de las organizaciones populares: “Este sistema ya no se aguanta. Tenemos que cambiarlo”.
Francisco es no sólo un gran pastor de la Iglesia católica, sino que se va perfilando como un líder mundial de opinión muy respetado y escuchado en muchos ámbitos de la sociedad civil, científica, académica, más allá de la Iglesia misma. No hay preocupación en el mundo que no esté en su corazón, venga ésta de otros países, de otras Iglesias, de otras religiones. Y seguramente en su nueva Encíclica: “Hermanos todos” de octubre próximo, trazará las líneas de la nueva convivencia humana y social después de la pandemia del coronavirus.
Notas
WALLERSTEIN, Immanuel, Estados Unidos, América Latina y el futuro de los movimientos anti-sistémicos, en: Primer Coloquio Internacional In Memoria Andrés Aubry. CIDECI UNITIERRA EDICIONES. San Cristóbal de Las Casas, 2009. Págs. 13-19; Idem, Análisis de sistemas mundo. SIGLO XXI Editores. México, 2006.
2 GANDÁSEGUI, Marco A., El sistema-mundo de Wallerstein y la transición, 20.07.2006.
3 WALLERSTEIN, Immanuel, Análisis de SISTEMAS-MUNDO. SIGLO XXI EDITORES. México, 2006
4 WALLERSTEIN, Immanuel, Conferencia Magistral en el XX Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología. México, 2 al 4 de Octubre de 1995
5 Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en el Encuentro Mundial de movimientos populares. Roma, 28 de octubre de 2014.
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